El fieltro nos permite cortarlo en cualquier dirección sin que se deshilache, por ello es muy apropiado para hacer pequeñas siluetas y confeccionar diademas, broches... También podemos pegarlo sobre muchas superficies sin necesidad de rematar los filos. Sacaremos partido de estas posibilidades en unas bellas flores que adornarán nuestras macetas.
He aquí los materiales que necesitaremos. En el vivero hemos comprado varias siluetas de metal pintadas de blanco que representan flores. En alguna ocasión probamos a colorearlas con esmalte, y quedaron francamente bien. Esta vez las cubriremos con fieltro de varios tonos.
Marcamos el contorno de cada pieza sobre el fieltro rosa, que será el color principal.
Recortamos en rosa ambas corolas, la parte más llamativa de las flores.
Para el conjunto de los sépalos, llamado cáliz, hemos escogido un fieltro de color verde.
La cola de carpintero nos permitirá fijar las piezas de fieltro sobre las chapas de metal.
A los colores rojo y verde se unirá el característico amarillo de los estambres.
Con una buena cola como la que hemos utilizado, es factible también pegar fieltro sobre fieltro.
Y he aquí el resultado. Hemos elaborado en un momento dos graciosas flores que combinan muy bien con una planta ornamental. Continuaremos hasta tener un nutrido ramillete, con el que daremos alegría a todas las plantas necesitadas de nuestra terraza.