No recuerdo muy bien cómo, pero una tarde de charla con un grupo de amigas muy especiales, todas blogueras, surgió la idea de organizar un reto entre nosotras. Nos apetecía ver las distintas interpretaciones que cada una podíamos darle a un mismo tema... Medio en broma medio en serio, alguien propuso utilizar platos de madera, los platos de pulpo de toda la vida.
En principio no parece que estos platos den demasiado juego, pero como la sugerencia nos hizo gracia, fue aceptada por unanimidad. Marcamos una fecha para la publicación hace bastante tiempo, y sin embargo a varias de nosotras (entre las que me incluyo) nos ha pillado el toro.
En mi caso, no se me ocurría nada un poquito original. He decorado bastantes platos de madera con decoupage y la verdad es que quedan preciosos, pero me apetecía hacer algo distinto por ser este reto tan especial.
Bueno, original no sé si es mi propuesta. Distinta a lo que había hecho anteriormente con estos platos, sí. A ver qué os parece:
Recientemente compré un tablero de madera para hacer el sobre de una mesilla. Al pedir que me lo cortaran a medida, sobraron dos trozos.
Después de lijar bien, los he unido con espigas y cola de carpintero formando una base con un pequeño estante.
Dando vueltas a los tonos que iba a utilizar, me di cuenta de que lo que quería en realidad era darle protagonismo precisamente a esa madera natural, así que he pintado tan sólo la repisa con chalk paint verde mint. Una sola mano y después lija para dejar ver bien la veta y los nudos de la madera.
Y aquí es donde entra en juego el plato de madera: una vez bien lijado, he pintado el borde utilizando el mismo tono verde.
Y por qué he pintado sólo el borde? Porque el plato va a servir como soporte de un espejo, enmarcándolo y dándole relieve para que sobresalga un poco y nos quede más cerca.
De nuevo cola de carpintero para unir el plato a la base de la estructura.
El espejo tenía unas tiras de cinta adhesiva de doble cara pero no las veía muy seguras, así que las he quitado y he retirado los restos con alcohol, y lo he fijado a la madera con un pegamento de contacto potente.
Por último, he pintado también con chalk paint unos colgadores dorados y los he atornillado a la base, debajo del estante.
El pomo del espejo nos permite colgar bisutería, alguna brocha, gomas para el pelo... aprovechando al máximo el espacio de este pequeño auxiliar.
Que nadie diga que no tiene un tocador por falta de espacio! Es pequeñito, sí, pero tiene un tamaño ideal para colgar en cualquier rinconcito de nuestro dormitorio y es muy práctico para tener a mano todo lo que necesitamos para arreglarnos cada mañana.
Maquillaje, fular, bisutería...
María, de Tía Keko es la anfitriona de este reto, así que enlazo y me voy corriendo a su blog a ver los trabajos de mis compañeras. Y os aseguro que, por lo que tengo entendido, prometen... nos acompañáis????
Besos y feliz semana!!!