Tenemos encima la Navidad, así que hoy quiero enseñaros un Diy para que podáis reciclar las cajas de cava, cuando se acabe.
Quién más quién menos acabará estas Fiestas Navideñas con alguna que otra de estas cajas, así que desde aquí quiero deciros que: no hay que tirarlas! Se que muchos de vosotros seguramente ya las conservais, pero la gracia no está solo en conservarla sino en darle un aspecto renovado.
Así que en la manualidad de hoy, voy a enseñaros como esta triste caja de cava, ha acabado convertida en una preciosa caja, donde almacenar nuestros más preciados objetos.
Los materiales utilizados son:
Paletina
Pintura a la tiza en tono piedra de Amelie Prager nº 22
Pintura a la tiza blanco roto de Amelie Prager nº 2
Imagen para transferir
Cola Photo Transfer de Potch
En mi caso esta caja de cava la rescaté de un almacén de trastos viejos, que hay en mi localidad, al que me gusta ir de vez en cuanto, porque siempre encuentro alguna joya.
Cómo siempre os digo, previamente hay que limpiar muy bien la pieza, sobretodo si es de segunda mano.
Primer paso
Esta caja de cava estaba barnizada, y siempre os he dicho que la pintura a la tiza no requiere de un lijado previo, pero para asegurar el agarre, le dí una suave pasada para abrir el poro.
La primera mano de pintura a la tiza que le he dado en color piedra. No se porqué pero estos colores me chiflan!
Para evitar que la pintura claree, le he dado dos manos de pintura, con un suave lijado entre capas, después lo he dejado secar.
Segundo paso
Esta vez he aplicado la pintura a la tiza en tono blanco roto de Amelie Prager, utilizando la técnica del falso decapado.
Recordad que para aplicar la pintura de esta forma, el pincel o la paletina, no debe estar muy cargado de pintura, y se aplica en pasadas largas.
Para los que no sepáis como se hace os dejo aquí un enlace a un post anterior, donde encontrareis un video tutorial.
Tercer paso
Para el acabado de esta útil caja de cava, he conseguido dos imágenes preciosas para transferencia.
Esta vez las imágenes las compré en una tienda de manualidades, pero podéis utilizar imagenes impresas con en láser.
En este caso, la cola para transferencia se aplica de forma generosa, sobre la cara donde está la imagen.
Recomiendo dejar secar las transferencias al menos 24 horas, aunque siempre puede acelerarse el proceso con un secador.
Para retirar la celulosa del papel, una vez seco, hay que humedecer la imagen con una esponja e ir retirando el papel con movimientos circulares.
En este enlace podéis ver el proceso paso a paso.
Una vez retirado todo el exceso de celulosa, dí una mano del mismo producto a toda la caja para protegerla.
Y finalmente aquí tenéis el resultado, ¿vale o no vale la pena reutilizar estas cajas?
Ya me diréis que os parece.
Hasta la próxima.