Hay miles de formas de tejer, y aunque podemos combinarlas para elegir el entramado que más nos guste, según el trabajo que vayamos a elaborar, hay unas más convenientes que otras. Un buen ejemplo es el punto elástico, un tipo de punto que, como su nombre indica, se estira mucho más, por lo que se convierte en el tejido ideal para hacer cuellos y mangas de jerseys, medias, leggins...
Este punto, lo que hace es mezclar el punto del derecho con el punto del revés para conseguir una mayor elasticidad de las columnas tejidas que forman el resultado final. A diferencia de otros puntos, como el punto jersey o canalé, que también combinan estos dos tipos sencillo de punto, el punto elástico mezcla en una misma hilera los dos.
No obstante, hay que tener en cuenta que dependiendo de esta combinación de puntos, del número de ellos, el tejido formará columnas más o menos estrechas, y cuanto más estrechas sean, más elástico será el resultado final. Además, para una mayor elasticidad, es importante hacer este punto con agujas pequeñas, de manera que el punto quede lo más pequeño posible.
Hay diversas formas de hacer este punto:
- Punto elástico simple: combinando un punto del derecho y un punto del revés e intercalar hasta el final de la hilera, empezar la siguiente hilera con un punto del revés y luego uno del derecho y repetir hasta terminar. Repetir estas dos hileras. El resultado será un punto de columnas estrechas.
- Punto elástico doble: combinar dos puntos del derecho y dos del revés. La siguiente hilera empezar con dos del revés y luego dos del derecho. Repetir este proceso. Conseguiremos columnas más anchas y definidas.
- Punto elástico combinado: tejer dos puntos del derecho y uno del revés. Empezar la siguiente hilera con dos del revés y uno del derecho. Intercalar las hileras hasta finalizar el teijido. Se consigue un punto más compacto.
Imagen: nist6ss/Flickr