La pulsera que traigo hoy es el resultado de aprovechar algunos de esos restos junto a una tira plástica que me ha servido de base. Podéis recurrir a cualquier plástico flexible, en mi caso reciclé el asa de un tambor de detergente cortando el largo de la medida de mi muñeca porque el ancho ya es ideal y la consistencia también.
La idea es muy sencilla y rápida en ejecución.
Sólo necesitamos la tira base de plástico, varios recortes de cola de ratón (suficientes como para cubrir todo su ancho colocándolos uno al lado de otro), otro ovillo de cola de ratón accesorio para ir trenzando sobre ellos (yo empleé uno multicolor para conseguir el aspecto rayado sin tener que cambiar), tijeras, pistola de silicona y cierres metálicos planos.
Siguiendo las fotos, lo primero es pegar el extremo inicial de los cordones que forman de base sobre uno de los extremos del plástico, todos juntitos en paralelo cubriendo la superficie. Dejamos un trozo de plástico sin cubrir al final para después pegar el cierre.
Una vez sujetos empezamos a trenzar con el cordón accesorio. Al principio damos dos o tres vueltas alrededor del extremo de todos los hilos y por debajo del plástico pegánolas con ayuda de la pistola de silicona para que quede mejor el remate junto al cierre.
Después seguimos trenzando pasando el cordón cordón accesorio por encima y debajo de los cordones de la base de forma alternativa. Cuando terminamos el recorrido damos vuelta por debajo de la pulsera y volvemos a empezar la siguiente vuelta. Pero ésta vez fijándonos para trensar al contrario, pasando por debajo del que antes pasamos por encima y por encima del que pasamos por debajo. Así vamos formando el tejido en cesto vuelta a vuelta. Por el revés solo nos quedan las rayas de dar la vuelta (si queremos también podemos trenzar por el revés poniendo más cordones pero con asegurarnos de poner suficientes por delante cubriendo también los bordes creo que queda muy bien y es menos laborioso).
Terminamos al final rematando como al principio, con dos o tres vueltas alrededor de toda la estructura, pegando los extremos y cortando los sobrantes. Dejamos también un trocito de plástico para encajar al cierre metálico.
El cierre es plano y también va pegado con silicona. Aunque a veces, conseguir que la silicona no nos guarree todo, puede llegar a ser lo más costoso...¿A vosotras también os pasa?