Mientras leéis esto, yo estaré en "El sarao con mayúsculas", el Sewing Camp, una reunión de 40 blogeras de toda España pasándolo genial y disfrutando de cada segundo. Pero he querido dejaros esta entrada programada porque últimamente hay un tema sobre el que me preguntan mucho, la remalladora.
Bien, empecemos desde el principio. Yo tengo en casa dos máquinas de coser, la máquina plana y la remalladora. Lo primero que hay que tener claro es para qué vale cada una. La maquina plana hace casi cualquier cosa. Puedes coserte una prenda completa sólo con ella. Pone cremalleras, hace ojales, une piezas, hace dobladillos.... Además, dependiendo siempre del modelo, tiene variadas puntadas con diferentes funciones.
Una remalladora es una máquina que remalla. Su propio nombre lo dice bien, pero muchas veces no sabemos lo que significa. Una remalladora hace una costura al borde de la tela, envolviéndola y además cuenta con una cuchilla que va cortando el exceso de tela mientras cose, de tal manera que en una sola pasada puedes unir dos piezas, rematar el borde y cortar el sobrante. Mola, no? Sí, mola, pero no puedes tener sólo una remalladora sin una máquina plana para ayudar.
Y os digo esto porque mucha gente me ha dicho, "yo sólo tengo sitio para una máquina, vendo la plana y me compro la remalladora y ya". Pues no. Una remalladora no hace ojales, no pone cremalleras, no aplica bolsillos, no asienta costuras, no hace pespunte recto..... Puede llegar a hacer dobladillos con una técnica especial pero no es su fuerte. Puedes llegar a confeccionar una prenda entera sólo con remalladora, yo lo he hecho, pero sólo prendas de un estilo muy concreto y de una confección muy sencilla y básica. Ni siquiera sopeses esa opción, no puedes quedarte sólo con la remalladora.
Imágenes vía Seoane Textil
Bueno, has picado, has visto una super oferta y te las has comprado. Bien, has hecho bien. Ahora la remalladora vive metida en una caja ocupando un sitio precioso en un armario o detrás de una puerta. Mal, has hecho mal. Desde mi punto de vista lo ideal es tener un sitio donde poner las máquinas y no tener que montarlo todo para coser, pero soy consciente de que no todo el mundo puede permitirse ese lujo. Pero si tienes un sitio, así como llegues de la tienda, la máquina va fuera de la caja y a su sitio. No te digas a ti misma ahora no tengo tiempo, ya lo haré. Déjala preparada y en cualquier momento, aunque sea poco, algo harás.
Y aquí comienzan mis consejos.
1- Pruébala según viene. Muchos modelos (no todos) vienen enhebrados con unos hilos de prueba. Si los tiene úsalos y comprueba que funcionen todas las rueditas, interruptores, luces... Es muy importante. Que luego se pasan los periodos de cambio y garantía. Y guarda la caja donde puedas un tiempo.
2- Enhébrala tú. Si, cuesta, es difícil. Qué me vas a contar.... Pero es algo que debes aprender. Y cuando aprendes no cuesta tanto. Además, el 90% de problemas que da una remalladora tienen que ver con un mal enhebrado por haberlo hecho sin fijarse. El enhebrado de la remalladora tiene muy mala fama, pero es sólo eso, fama. Si lo practicas y no caes en trucos, lo aprenderás es un par de semanas. Al principio y para practicar, enhebra cuatro hilos de cuatro colores diferentes. Así te será más fácil identificar qué hilo no está trabajando bien y cuál debes modificar.
3- El libro de instrucciones debe estar a tu lado al principio. Pero no solo para hacerte compañía, sino para consultarlo. En el libro de instrucciones te explicarán cómo enhebrarla, cuales son las tensiones recomendadas para los diferentes tipos de tela, los ajustes.... Luego tendrás que hacer ajustes igualmente pero es una buena base para empezar. Nadie mejor que el libro te va a decir lo que vale para tu máquina.
4- Juega con las tensiones hasta encontrar lo que a ti te va bien. Dependiendo de la tela puede que necesites ajustar diferentes parámetros, así que puede ser de ayuda recortar un pequeño trozo de tela, hacer una prueba en ella y apuntar en la misma tela los ajustes que has usado para recordar lo que te ha ido bien y mal. Es la mejor manera de evolucionar.
5- La remalladora vale tanto para tela elástica como tela plana. Hay la creencia de que la tela elástica se cose con remalladora y la tela plana se cose con la máquina plana. Completamente falso. La remalladora remalla lo que tú le metas. Si que es cierto que la costura de la remalladora es una costura elástica y que es especialmente útil para prendas elásticas, pero eso no significa que no valga para telas planas. Y, desde luego, no convierte en elásticas las telas planas por mucho que su puntada sea elástica, que os veo venir.....
6- Si coses tela elástica, no estires la tela al coser. No pujes de ella, no la deformes, porque luego te van a quedar ondas muy feas. Y si se te ondula aún sin haber pujado de ella, quizás necesites ajustar el transporte diferencial. Estas palabras tan raras hacen referencia a una rueda o palanca que tienen las máquinas remalladoras y que se mueve en unos valores entre 0.7 y 2 y que se encargan de mover los dientes de arrastre. La remalladora tiene dos grupos de dientes que se pueden mover a velocidades diferentes. Moviendo el diferencial, los dientes se moverán a diferentes ritmos y se consiguen diferentes efectos como la ondulación o el fruncido. Peeeero siempre debes consultar el manual de tu máquina para saber cuales son los valores recomendados.
7- Las agujas de remalladora son especiales. Que no te convenzan de que valen las de la máquina plana. Puede conseguir meterlas en el hueco, pero no por ello van a funcionar bien. Cómprate las agujas específicas de remalladora. O después del dineral que te has dejado en la remalladora vas a negarte a gastar dos euros en un paquete agujas que te van a cambiar la vida?
Imágenes vía Seoane Textil
8- Los prensatelas de remalladora también son específicos. Si ya tienes la máquina ya lo habrás visto, pero si estás buscando para comprar una, deshecha la idea de usar los de la máquina plana en la remalladora aunque sean de la misma marca. El prensatelas de remalladora tiene una forma completamente diferente al de una máquina plana.
Prensatelas de máquina plana
Prensatelas de remalladora
9- Usa hilo de calidad. No te tires demasiado a las ofertas. Usa conos, la remalladora gasta mucho hilo y si compras conos de más de mil metros encontrarás precios de lo más atractivo. Pero no te vayas a comprarlo al bazar. El problema de los hilos de mala calidad es que se secan muy rápido y tienen mucha pelusa. Esto provoca que se rompan con mucha más facilidad y que dejen mucho residuo en la máquina y puedan llegar a estropearla. No merece nada la pena.
10- Siéntate, relájate y disfruta. La remalladora tiene muy mala fama, inmerecida desde luego, pero sí es cierto que encontrarle el punto al principio puede ser estresante, sobre todo si tienes poco tiempo para coser. La costura debe ser amena, no algo que estrese, así que tómatelo con calma. Mi lema desde que empecé a coser es "Y si sale mal, que? Solo he estropeado un trozo de tela". Os recomiendo que os lo apliquéis. Al final es eso, sólo es un trozo de tela. Nadie ha resultado herido, todos seguimos bien, tu casa sigue en el mismo sitio y tu familia también. Como dice mi madre, más se perdió en la guerra de Cuba.
Aunque todos estos consejos se resumen en que hay que ser valiente pero paciente. Nadie aprendió en dos días pero no es una máquina infernal. Hay que perder el miedo por las cosas, que no pasa nada..... Si tienes muchas dudas puedes unirte a algún grupo de costura de Facebook. Existen grupo específicos de remalladoras o Overlocks, y muchos otros sobre costura que no son tan específicos. Yo administro uno, se llama costura entrometida, si quieres unirte a nosotros puedes solicitar entrar pinchando aquí.
Espero que todos estos consejos os sirvan de ayuda y esas remalladoras empiecen a funcionar como locas!
Gracias a Seoane Textil por cederme algunas de sus fotos. Tanto su perfil en Facebook como en instagram son muy instructivos.
Muchas gracias por vuestros comentarios.