El objetivo de usar un bastidor es mantener la tela tensa para facilitar el trabajo de bordado, así pues, lo primero que vamos a ver es cómo colocar la tela para conseguirlo.
1. Colocación de la tela
Sacaremos el aro exterior del bastidor aflojando el tornillo que lo mantiene en su sitio y pondremos la tela a bordar con el derecho hacia arriba sobre el aro interior, de manera que el dibujo quede centrado sobre el mismo, a continuación colocaremos de nuevo el aro superior en su lugar, puede suceder que al colocar este aro debamos aflojar primero un poco más el tornillo para que entre bien ya que al añadir la tela el diámetro de la circunferencia se incrementa ligeramente respecto a cuando lo sacamos. Una vez colocado, volveremos a apretar el tornillo para que la tela quede bien fijada.
Estiraremos bien la tela desde los bordes que quedan colgando por fuera del aro exterior, en este caso puede que nos encontremos con el problema de que el aro exterior se sale de su sitio, para evitarlo sujetaremos el aro con las manos como se ve en la imagen e iremos estirando poco a poco del tejido con los dedos todo alrededor.
La tela tiene que quedar muy bien tensada (recuerdo que mi profesora de bordado nos decía que al lanzar una moneda sobre el tejido, esta tenía que rebotar, es de esas cosas que se te quedan grabadas en la memoria toda la vida, xD) y la tensión debe realizarse de manera similar en todos los sentidos para que no se deforme el tejido, cuando ya la hemos tensado, volvemos a apretar un poco más el tornillo de sujeción para que se mantenga así. De todas formas, al ir bordando la tela tiende a aflojarse, cuando veamos que eso sucede, volveremos a tensarla.
Si el bordado es mayor que el tamaño del bastidor iremos desplazándolo a medida que vayamos avanzando, desde el centro a la parte más externa. Desplazarse de esa manera ayuda a que la tensión de los hilos que forman el bordado quede compensada y no se deforme el tejido ;-)
2. Forma de bordar
Si trabajamos con un bastidor con pie, se coloca la mano derecha sobre el mismo y la izquierda por debajo (al contrario si eres zurd@), e iremos clavando la aguja desde arriba hacia abajo y viceversa, manipulándola con la mano que corresponda.
La mano que está por debajo del bastidor sostiene la aguja y la gira, excepto en los bordados sobre tejidos para hilos contados (de los que hablaré próximamente, en los que no es preciso girar la aguja y se sube por la parte del ojo, pero eso ya lo veremos en su momento ;-) ).
Cuando se trata de puntos de bucle, como la cadeneta, tendremos que ayudarnos de la mano izquierda para formar el bucle con la aguja.
Hasta aquí está explicada la forma de bordar cuando el bastidor tiene pie, si el bastidor no tiene pie, utilizaremos la mano izquierda para sostenerlo (como se ve en la imagen anterior) y la derecha tendrá que ir pasando de arriba a abajo para manejar la aguja, por eso recomiendo siempre los bastidores con pie ya que facilitan el trabajo y ahorran tiempo.
A veces puede suceder que cuando estamos bordando el hilo se vaya retorciendo y el punto no quede tan regular, para solucionarlo dejaremos caer la aguja y la inercia de la torsión hará que el hilo vuelva a su posición inicial:
Al realizar el bordado debemos planificar el orden en que iremos avanzando, de manera que bordaremos primero las zonas que quedan en un nivel de perspectiva inferior y, a continuación, las zonas que quedan por encima, aunque esto es válido tanto para el bordado con bastidor como sin él.
Si efectuamos los remates por la parte de detrás del bordado, deberemos girar el bastidor para esconderlos tal como se explicó en la entrada correspondiente (ver aquí). Si tenemos que bordar con el mismo color dos zonas que están separadas, es preferible rematar y volver a empezar en el lugar de pasar el hilo de una zona a otra ya que el hilo que quedaría entre ambas zonas, además de ensuciar la parte posterior del bordado, podría enredarse o arrugar el tejido si se produjera un estirón.
Cuando termina la sesión de trabajo podemos dejar la tela en el bastidor si pensamos retomar el bordado en un período breve de tiempo, protegiéndolo con el paño del que os hablé en la pasada entrada, sin embargo, si prevemos que vamos a estar varios días sin bordar, es preferible sacar el bordado del bastidor para que el tejido no se deforme con la tensión a la que está sometido. Para ello, aflojaremos el tornillo y tiraremos del aro exterior hacia arriba hasta que quede fuera y la tela queda libre.
Pues hasta aquí mis recomendaciones para bordar en bastidor, si te surge alguna pregunta al respecto, te ruego que me lo digas en un comentario o mediante un mensaje e intentaré resolverla.
Te dejo un enlace al resto de las entradas de la serie por si deseas consultar alguna de ellas:
Preparándonos para bordar I – Consejos y tips básicos
Preparándonos para bordar II – Traspasar los dibujos para bordar
Preparándonos para bordar III – Tipos de bastidores o tambores
Preparándonos para bordar IV – Forrar el bastidor
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Muchas gracias por leerme,
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