Estuve pensando en cual podía ser la publicación adecuada para la presentación y tras mucho pensar decidí que no podía ser nada complicado, debía ser algo sencillo a lo que cualquiera pudiera acceder sin problemas. La idea de empezar con algo grande y espectacular también era muy atrayente, pero quizás poco atractiva para los demás. Quisiera iros mostrando de lo que soy capaz poco a poco.
Así que os dejo con este sencillo porta velas hecho con una lata y unas pinzas. Muy sencillo de hacer y muy resultón.
¿Cuántas veces no has pensado en llegar a casa y poder relajarte? ¿Cuál es la luz ideal para ello? Las velas, esa luz tenue y cálida que invita a relajarse y desconectar del duro día. Y si encima lo acompañas de un baño de espuma y/o de una copita de vino ya ni te cuento… Pues para esos momentos os dejo este porta velas reciclado.
MATERIALES (muy sencillos y fáciles de conseguir)
- Lata, en este caso de atún.
- Pinzas de madera, 10 he usado que una vez separadas son 20.
- Pintura a la tiza.
- Washi tape de tela
- Decoraciones varias, lo que encuentres, lo que tengas o lo que compres.
- Pistola de silicona.
- Tijeras, a poder ser pequeñitas.
- Pincel.
Lo primero, sobre todo si como yo usáis una lata de atún como yo, limpiarla bien, muy bien. Lo mejor es meterla en el lavavajillas si lo tenéis. Y una vez limpia la lata separamos las pinzas quitando el muelle que las unes, pero no los tiréis, que pueden servir para hacer otra cosa en otro momento.
Pintamos la lata y las pinzas con pintura a la tiza. Puede ser con otra pintura que acepte pintar sobre metal, pero me he vuelto muy fan de esta y acepta pintar sobre cualquier superficie. Yo dejé los bordes de la lata sin pintar, tanto arriba como abajo, para que no se viera toda igual. Las pinzas también las pinté por completo, por todas sus caras, para dar un mejor acabado.
Una vez secas las pinzas pegamos el washi tape de tela sobre la superficie más plana de la pinza. Puesto que la cinta es más ancha que la madera hay que recortar con cuidado lo que sobra, por eso es mejor utilizar unas pequeñitas de esas que tienen las puntas un poco curvadas. Al menos es lo que me ha ido bien a mí, es un consejo.
Las pinzas ya están listas, con su pintura y el washi tape pegado y es hora de pegarlas en la lata con la ayuda de la silicona caliente. Yo he ido intercalando una arriba y otra abajo para darle un toque diferente a lo que había visto hasta el momento.
Para terminar, con un trozo de ramita flexible que tenía de decoración por casa, envolví la lata. También le puse unas conchas de madera, pero las quité porque no me gustaba como quedaban.
Y ya tenemos nuestro porta velas. Como veis es sencillo de hacer y el resultado es muy bonito y coquetón. Como siempre, cada uno puede darle su toque personal y diferente.
¿Os animáis a hacer uno? Decir que no me he gastado ni un euro para este trabajo me parece importante para animaros a hacerlo. Enseñarme vuestros resultados y, sobre todo, si tenéis algún consejo que darme estoy abierta a ellos.
Por el momento os dejo hasta la semana que viene a la luz de las velas...
Compartamos y disfrutemos juntos.