Otra de mis grandes aficiones es el punto de cruz que aprendí cuando era pequeña y que no he dejado de hacer.
En esta ocasión quiero enseñaros un cojín que he hecho para la sillita de anea que le pinté a la niña de mi sobrina.
No hagais caso de la fecha que ha salido en la foto, he debido trastear la máquina y sale lo que le da la gana.
El cojín lo he terminado esta misma mañana.
Espero que os guste.
Y para quien no la haya visto, esta es la silla.
Yo creo que quedará bien.