Bueno ya sé que prometí no volver con recetas dulces en mucho tiempo pero bueno esto no cuenta como dulce propiamente dicho ¿no?
Esta es una receta que viene desde Galicia aunque cuando estaba allí lo comprábamos en la panadería y la verdad es que no consigo que me quede igual igual, que esta buenisimo SI pero que no es lo mismo también. Pero es que el pan gallego es de otro mundo. ME ENCANTA
En mi casa se hace en la cocinera y por eso queda rectangular pero la próxima vez lo haré en el horno a ver si así me acerco un poco más al de la panadería.
Os dejo la receta por si os apetece probarlo¿ y sabéis que es lo mejor? El olorcito a pan que se queda todo el día en la casa =)
Ingredientes:
500 gr. de harina 10 gr. de sal 20 gr. de aceite de oliva 300 gr. de agua 10 gr. de levadura 100 gr. de nueces
150 gr. de pasas
ELABORACIÓN:
Amasamos bien todos los ingredientes (menos las pasas, las nueces y el aceite). Para un buen amasado, y que no se nos pegue preparamos la superficie de trabajo con aceite o harina, estiraremos la masa y amasaremos hasta que no se nos pegue a los dedos.
Esta operación la realizaremos hasta conseguir una textura elástica. Incorporamos la mantequilla o aceite una vez que la masa se vea homogénea. Cuando está casi elástica, añadiremos las pasas y nueces.Si resulta difícil, conviene realizar un plegado e ir incluyendo las nueces y pasas con paciencia. El plegado consiste en estirar la masa, rellenar con los ingredientes y doblar desde un lado hacia el centro y repetimos con el otro lado. Redondearemos y listo. Tras un reposo de 45 minutos, formar una o dos piezas de panes dependiendo de cómo lo queramos presentar.
Dejar reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Si lo tapamos con un trapo limpio ayudamos a que suba antes.
Precalentamos el horno y horneamos a 210º durante 15-20 minutos o el tiempo necesario hasta que forme una costra por fuera. Sacaremos y dejaremos enfriar sobre una rejilla.
¿No se os hace la boca agua?