Buenos y primaverales días!!!
Ante la propuesta de Patry de Patipeando de realizar un packaging para regalar cupcakes no se me ocurria nada, la verdad. Primero porque no soy de cupcakes y tampoco de magdalenas. Peeeeerrooooo, mi mente práctica me dijo ¿Y si la metes en un recipiente, caja o tarro bonito que tengas?
Así reciclas y tal... y de repente vi en la estantería de la habitación donde hago las manualidades un precioso farolillo y pensé ¿entrará ahí un cupcake? Mira, pues puede ser un bonito regalo. Un dos por uno.
Con unas cintas, unas florecitas de tela y un visto y no visto decoré el farolillo y lo probé...
Ya habéis visto que entra y que no es un cupcake. Es una magdalena recubierta de nata y chispitas de azúcar.
Pues me gustó tanto la idea que me puse a hacer un farolillo de mentira.
Para ello utilicé un tetrabrik de leche, pintura, reutilicé la tapa de plástico de unos bombones, algo de alambre y ...
... mirar lo bonito que me salió el farolillo DIY
Os confieso que el cupcake entra más justo que en el de verdad y al hacerlo por arriba pringué todo el envase :-( Pero como idea creativa me gusta mucho. Aparte, creo que un cupcake con glaseado no mancharía ¿no?
Ahora toca elegir ¿farolillo DIY o farolillo real?
Espero que os guste esta propuesta de packaging para regalar cupcakes. Yo me he divertido mucho haciéndola, manchándome de nata y poniendo todo perdido con las chispitas estas de colorines.
Por cierto, la RAE admite madalena sin "g" como grafía simplificada.