En las casas de los pueblos siempre aparecen tesoros y en una visita mi hermana me trajo un retal de florecitas amarillas que apareció por algún cajón. Llevaba años olvidado.
El patrón del vestido es un canesú como el anterior pero la falda al tener poca tela no lleva vuelo sino un par de plieges por delante.
Al terminar el vestido me arrepentí de haberlo cortado así porque cortanto la tela a la contra del hilo me daba para unir dos trozos y darle mucho vuelo, creo que me habría gustado más.
Pero ya está hecho, no hay vuelta atrás.
Una mañana antes de salir a tomar un café lo corté e hilvané.
Una tarde antes de la piscina lo cosí y lo probé antes de planchar.
Otra tarde hice los ojales y cosí los botones.
En tres ratos vestido terminado.
He dejado un gran dobladillo por si el verano que viene todavía le sirve el vestido.
De nuevo el coste del vestido ha sido 0 €: la tela , la puntilla del cuello
y los botones estaban por casa.
Vosotras ¿habéis cosido o reciclado algo este verano?