Pero de eso hace más de un año, la lana que usé no era lana de gran calidad y está llena de bolitas. Es sobria y sencilla, y tras una búsqueda en Etsy supe que quería hacerle una más... original.
Le he cambiado la funda por fin. Estaba cortada y preparada para coser desde hace meses, creo que incluso antes de verano. Para coser solamente la funda no iba a sacar la máquina, y cuando la sacaba para otras cosas nunca me acordaba de la funda. No es tan mullida como la de las burbujas de lana, pero es mucho más divertida.
La tela de peluche está reciclada de un bolsito de un disfraz, que no iba a usar. La cantidad que tenía era exactamente esa, así que por la parte de abajo le puse otra tela normal, blanca (reciclada también, de lo que sobró al subirle los bajos a unos pantalones).
Los ojos y la boca están hechos con fieltro, y cosidos a mano al peluche. El día que los cosí fue uno de esos días en los que supe realmente lo importantes que son los dedales, porque la tela de peluche es dura, junto al fieltro, que tampoco es suave y fino. Para los ojos y la boca me inspiré en algunas tiendas de Etsy que hacen cosas de monstruos, pero no copié a ninguna. Me gustaban los ojos de una, la boca de otros... y para darle el toque de color, la lengua roja.
Pero la parte de dentro es la parte de la que estoy más orgullosa: le he hecho un forro, suave y ligero, con un recorte de una tela de algodón suave y finita que tenía por casa. Como el peluche por el revés es áspero (todas las telas de este tipo que he visto lo eran) así protejo la pantalla y el aparato en general. No creo que fuese a rayarse, pero por si acaso.
La hice unos cuantos centímetros más alta que el lector, así que para rematar la parte de arriba le hice un pequeño dobladillo para dentro, que además estrecha un poco la apertura y no se resbale para afuera.
Es muy sencilla de hacer, aunque me haya llevado meses (el estar despistada es lo que tiene). Y ahora que lo pienso, está hecha totalmente con cosas que ya tenía en casa: el peluche reciclado, la tela de atrás un retal de unos pantalones, el forro también... incluso el fieltro salió del alijo de telas.
Si mis profesoras (las dos) me viesen coserla directamente con los alfileres, sin hilvanar las partes antes, me gritarían. ¡Pero la tentación era muy grande! ¡Es cuadrada, no tiene misterio ni riesgo!
Abramos debaje: ¿tenéis un lector de libros digitales? ¿o leéis solo en papel?
Ahora ya somos dos devoradores de libros en casa :D
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