Como ya sabéis, el segundo miércoles de cada mes es nuestra cita con el Reto Facilísimo, un encuentro en el que varias compañeras de Red Facilísimo nos ponemos un tema en común para compartir nuestros trabajos e ideas.
Este mes el puesto de anfitriona le ha tocado a Adriana de Los versos y reversos, y como tal ha propuesto como tema "algo nuevo, algo viejo". No os perdáis las propuestas de mis compañeras, las podéis ver todas pinchando aquí.
Como os contaba un poco más arriba, en agosto nos cambiamos a un piso un poco más grande, y tuvimos que adaptar nuestros muebles al nuevo espacio. Es cierto que tenemos más metros, pero la distribución es diferente así que nos tocó reciclar muebles y comprar alguna cosa, siempre con nuestra filosofía low cost, por economía - es verdad - pero también porque nos encanta comprar muebles y objetos en mercadillos y darles una nueva vida.
En la casa nueva la cocina y el salón ocupan un único espacio y nos apetecía porner una mesa alta, tipo bar, que sirviera para delimitar espacios. Así que reciclamos una mesa que teníamos cambiando las patas por otras más altas y con un poco de pintura. Y compramos taburetes de segunda mano. Algunos los dejamos tal cual estaban y otros los pintamos con chalk paint.
La mesa es el modelo Jokkmokk de Ikea, uno de los más económicos de la tienda Sueca, ya os había hablado de ella en otra ocasión, porque recicle una de las sillas con chalk paint (el post aquí).
Teníamos esta mesa, pero necesitábamos una más alta. Así que la solución fué ir a la tienda de madera con una de las patas como muestra y encargamos 4 patas con la altura que queríamos. Luego volvimos a montar la mesa. Y pintamos la base de color blanco, dejando la tabla en color madera.
Los taburetes son todos de segunda mano y los cogimos deliberadamente de diferentes modelos y alturas, buscando ese efecto "bar vintage" que nos gustaba. Algunos estaban en buen estado y los dejamos tal cual. Otros (os lo digo sinceramente) podríamos decir que estaban para tirar a la basura, si no se tiene un ojo soñador e imaginativo como el nuestro. Pero nosotros supimos imaginarlos pintados y listos para vestir nuestra mesa y los cogimos.
Lamentablemente no tengo muchas fotos de los primeros días de la mudanza porque aquello era un caos, cajas y pintura y muebles a medio terminar.... pero bueno, estas pocas sirven para ilustrar mi historia de reciclaje creativo. Por supuesto para los taburetes que pintamos, utilizamos (como no) chalk paint, en dos tonalidades distintas de verde y blanco, también retapizamos uno de ellos con la ayuda de las manos expertas de mi madre.
Lo importante es que el resultado fue el esperado, porque entre cosas nuevas y viejas pudimos conseguir el espacio que habíamos imaginado.
Espero que os haya gustado. Poco a poco vamos terminando espacios que ya os iré enseñando.
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