Esta mousse es ya un clásico en mi casa, tanto que siempre hay unos botes de leche evaporada en la nevera por si surge hacerlo inesperadamente.
Con un sabor a limón muy rico, y unos sabores ácido y dulce muy equilibrados, hace que sea un postre muy agradable para tomar fresquito en verano, y el ideal para después de una comilona al ser tan ligero.
Aquí lo he presentado en vaso, pero también se puede poner en un molde grande poniendo caramelo debajo, así cuando está frío se calienta un poquito la base para que el caramelo se derrita y se desmolda sobre un plato o fuente y también queda muy espectacular.
Ingredientes:
1 limón grande
2 cucharadas de azúcar
1 sobre de gelatina de limón (usamos royal)
1 bote de leche evaporada (solemos usar Ideal, pero con la de Lidl también sale rico), debe estar frío.
1 vaso de aguaElaboración:
Diluir la gelatina en un vaso de agua caliente, añadir el azúcar y dejar enfriar.
Rallar el limón en un recipiente, añadir la leche y el zumo del limón (cuidado con las semillas que amargan!) y batir la mezcla hasta que suba.
Añadir la gelatina cuando esté tibia (si se enfría del todo se queda sólida!), seguir batiendo y cuando esté homogéneo verter en los vasos o en un molde al que previamente le habremos puesto caramelo.
Dejar enfriar en la nevera hasta que queden con una consistencia sólida. Para decorar le he puesto la salsa de moras silvestres que publiqué hace un tiempo. Aunque le da un toque de sabor rico, no lo necesita, y es más que nada para darle color. También podría ir bien para decorarlo unas hojas de menta, por ejemplo.
Aprovechad, que es ideal para el verano! ;)
Besos de limón