Se trata de una máquina Jata Solid Overlock 900. Precisa de cuatro bobinas: dos para las agujas del pespunte, una para el gancho superior y una para el gancho inferior. Aunque también se puede utilizar con una sola aguja de pespunte. Es aconsejable remallar con tres hilos las costuras más largas, como las costuras de los hombros, los laterales, las sisas y mangas. Las costuras de refuerzo o las que pudieran quedar a la vista, como la entrepierna o la abertura de las mangas, se deben trabajar con remallado de cuatro hilos.
Este modelo de remalladora también dispone de diferencial, con el que puedo controlar el arrastre del tejido que se está remallando. Las hay más complejas, pero para mi pequeño taller es más que suficiente.
¡Todavía me acuerdo del día que me la regalaste, moreno! ¡Qué ilusión me hizo!
Remallar un trabajo es asegurarte que el revés queda terminado, y la tela no se podrá deshilachar, aún lavándola. Recuerda siempre que se remalla con el derecho de la tela hacia arriba.
En ocasiones, el remallado se deja a la vista, buscando que quede como un adorno en el borde de un bolsillo, una manga, o para darle un sentido informal a la prenda.
Cuando necesites cambiar de hilo, no cortes y tires de él como haces en la máquina de coser. Para cambiar de hilo en la remalladora, corta el anterior a ras de la bobina y une el nuevo hilo con un pequeño nudo, y sólo con un nudo. Presiona el pedal y deja salir la cadeneta de los cuatro hilos, tirando suavemente de ella. Los pequeños nudos pasarán por todo el recorrido sin estropear tu máquina, y en poco tiempo tendrás enhebrada la remalladora con el hilo nuevo.
El hilo que se emplea para remallar puede ser, en principio, el hilo habitual de coser. De poliéster 100%, se comercializa en bobinas de 100 m, 250 m, 500 m ó 1.000 m. El tamaño mayor suele compensar en precio, y teniendo en cuenta que al remallar se gasta bastante hilo, es aconsejable decidirse por esta presentación. En cuanto a marcas, Gütermann es mi favorita.
Sin embargo, si eres costurera habitual, es frecuente remallar tejidos en colores básicos, como el blanco o el negro. En este caso, Gütermann ofrece una quinta opción : bobinas de 10.000 m ó de 30.000 m. Por su tamaño, no siempre se pueden situar en la plataforma de los hilos de la remalladora, pero no tendrás que estar pendiente de tener hilo en los carretes.
Aunque este hilo es también 100% poliéster, su textura es diferente. Es un hilo más suave, menos torcido, elástico, y, aparentemente más frágil. Pero lo preferirás para remallar, sobre todo, si el tejido es elástico. Cuando quieras planchar el remallado hecho con este hilo, utiliza un paño sobre él de forma que la plancha no acceda al hilo directamente, ya que se vería dañado.
En la imagen, el hilo superior corresponde a una bobina de 10.000 m, y el inferior, a una bobina de 1.000 m. Viéndolos juntos queda más evidente la diferencia entre sus texturas.
Existe una carta de colores de este hilo especial para remallar, que contiene más de cuarenta referencias, con varios tonos de cada color. Las costureras expertas aconsejan usar siempre un tono más oscuro que el de la tela para confeccionar el remallado, cuando se trata de tejidos de color medio a oscuro. Para tejidos de color claro, es mejor buscar un tono parecido o más claro que el de la tela, o el color del fondo en el caso de estampados.
Estas bobinas grandes se pueden adquirir en mercerías algo más especializadas, como en Almacenes Cobian en Madrid, o en Novedades París en Zaragoza.
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