Margarita se puso en contacto conmigo como representante de las clases de sus dos hijos. Su idea era hacer dos delantales cuentacuentos exactamente iguales entre sí y parecidos a algunos que había visto por internet para regalar a sendas maestras. El cuento elegido: Caperucita Roja.
Algunas que me conocéis hace tiempo habréis exclamado igual que yo: ohhhhh. Quienes sabéis menos de mí entenderéis mi sorpresa y entusiasmo repasando mis entradas dedicadas a la niña de caperuza roja. Si a ello añadimos mi admiración por la literatura infantil y el fomento de la lectura, comprenderéis que el encargo no era un encargo más.
Sin más preámbulos os muestro la primera fotografía y poco a poco os explico los detalles. Las modificaciones a partir de la idea original no han sido pocas, y cada paso lo he meditado en base a mi propia experiencia a la hora de contar cuentos al público infantil. Por supuesto lo que es cómodo y útil para una, puede ser lo contrario para otra, pero he intentado empatizar lo máximo posible con quienes día a día realizan la hermosa y difícil labor de educar en las primeras etapas escolares.
La modelo es la novia de un sobrino, que ayer llegó a casa en el momento adecuado, con la sonrisa adecuada y la predisposición adecuada. ¡¡¡Gracias Anamy!!!
El delantal en su lado derecho es de fieltro azul por la parte de arriba y verde en la de abajo. Todo el contorno va ribeteado con un bies rojo. Mi objetivo era usar colores llamativos y planos que despertaran la atención del público infantil. La maestra con sus alumnos, con las distintas piezas que he preparado, irá decorando el paisaje del delantal a medida que avanza en la historia.
El largo del delantal permite jugar con amplitud, poniendo y quitando piezas según convenga.
Todas las piezas al llevar un trocito de velcro en su revés se adhieren al fieltro y la fácil movilidad permitirá trabajar el cuento de múltiples formas (inventando historias absurdas, modificando finales, etc).
Como digo, todas las piezas son de quita y pon, de este modo el delantal no tiene elementos decorativos fijos que condicionen y puede servir para trabajar otros conceptos con piezas igualmente desmontables (tales como el cuerpo humano, las formas geométricas, o por supuesto otro cuento diferente).
Los personajes del cuento, además de poder adherirse al delantal, son marionetas de dedo que invitarán al juego y a más de una risa.
Como sabéis que me gustan los detalles, se me ocurrió hacerle al lobo un disfraz de abuelita que quedó simpatiquísimo.
Todas los personajes están elaborados con telas de algodón a excepción del lobo, que lo hice de fieltro para que se le pudiera poner el disfraz.
De todo el atrezzo lo que más me gusta es el interior de la casa de la abuelita, con su colcha de patchwork y el retrato de su nieta.
El interior de la casa también es de fieltro por el mismo motivo que el lobo.
Otro detalle que considero importante es el bolsillo que lleva incorporado el delantal, útil para guardar además de todas las piezas que he preparado, algún instrumento musical que haga de acompañamiento o el libro del cuento en sí, que sirva para cerrar la actividad y contribuya de este modo a asociar lectura con libro y no sólo lectura con narración oral o teatro.
El forro del bolsillo al no ser de algodón permite guardar las piezas sin que el velcro se pegue continuamente al fieltro.
El delantal tanto a la cintura como al cuello va atado con el bies rojo, para que se adapte a todos los cuerpos y no quede demasiado corto o largo de cintura y de pecho.
Y un último detalle es el revés del delantal. Con loneta azul y un gran bolsillo central, permite su uso para cualquier otra actividad. Sin restar protagonismo al lado principal, ha quedado también muy bonito.
Es en el revés donde he puesto mi firma, junto al bolsillo.
Para una de las maestras me pidieron que bordara el nombre de la clase, es un bonito recuerdo de la promoción. Elegí también el revés, pienso que así queda presente pero sin destacar.
Desde aquí doy las gracias a todas las familias que a través de Margarita me han contagiado su entusiasmo y confianza. Dejo de recuerdo algunas de las fotos que hemos compartido estos días.
Mil gracias por vuestra compañía y ¡¡feliz semana!!