Será siempre mi alma tuya sola.
Yo te quiero, amada niña mia,
Iqual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindisima amapola,
No seas tan ingrate y ámame.
Amapola, amapola
Cómo puedes tú vivir tan sola.
Yo te quiero, amada niña mía.
Igual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola,
No seas tan ingrata y ámame.
Amapola, amapola
Cómo puedes tú vivir tan sola.
Esta es una canción que le gustaba mucho cantar
a mi madre.
Y mi último cuadro está dedicado a ella.
Y como ella no lo puede disfrutar lo hará la madre
de una gran amiga mía. Espero que le guste.