Los materiales, de nuevo, fueron:
cartón reciclado (de una caja de mensajería);
papel de periódico;
cola blanca;
agua;
pincel.
Para adornar la letra, una vez preparada, utilicé:
pintura “chalk paint” o a la tiza roja y blanca;
adornos de fieltro;
botones con letras y animales;
estrellitas de goma Eva;
silicona caliente.
El primer paso fue recortar la “P” en un folio (guardo siempre folios para reciclar para hacer este tipo de cosas), aproximadamente con las mismas dimensiones que la “F”: mis niños comparten por ahora habitación y ambas letras la adornan, así que había que guardar cierta simetría entre ellas. Una vez recortada, dibujé su contorno en dos cartones de una caja de embalaje. A continuación, con un cilindro de papel de un rollo de papel higiénico gastado, corté círculos de dos centímetros de ancho, los chafé por los extremos hasta darles forma almendrada y los pegué con cola en el cartón que sería la base de la “P”.
Después, cerré la letra con el otro cartón recortado (como si fuera un sándwich) y esperé que secara la cola. Mientras tanto, recorté una tira de dos centímetros de ancho que sería el contorno que cerraría la letra. Aquí es donde viene lo complicado, al ajustar el contorno a la curva de la “P”. Para salvar el escollo, recorté la tira en varias partes y la fui pegando en la zona problemática con mucho cuidado (el interior del hueco de la “P” es especialmente delicado).
Una vez llegado a este punto es muy importante dejar secar completamente la letra antes de seguir. Así evitaremos accidentes con la estructura que solo nos obligarían a empezar de nuevo la tarea. Mientras tanto, recorté tiras de papel de periódico de distintas longitudes, pero siempre de un ancho similar, unos dos centímetros. Así lograremos más uniformidad.
Una vez seca la estructura de la letra, preparé una mezcla de cola blanca con un poco de agua y con la ayuda de un pincel fui aplicando las tiras por toda la “P”, y pegándolas con la cola disuelta. El proceso es complicado cuando llegamos a “la barriguita” de la letra: la curva y el hueco interior pueden acabar de nuevo con nuestra paciencia. Solo tenemos que ser un poco meticulosos e intentar no dejar ninguna parte sin cubrir (toda la superficie ha de tener el mismo número de capas de papel de periódico, 3 ó 4, para que luego la letra sea más fuerte y sólida). Cuando acabé este proceso, la dejé secar completamente.
Elige ahora el color que más te gusta. Yo no tuve ni que preguntarle a mi niña: le encanta el color rosa, y como la de su hermano era azul… Ya tenía el color decidido. Con pintura a la tiza o “chalk paint” roja y blanca, mezclándolas en un recipiente, conseguí el color rosa que necesitaba y apliqué una capa de pintura (primero por una cara, dejando secar, y luego por el resto, para poder apoyar la letra en la parte seca). Esta pintura ya os he comentado en alguna ocasión que cubre muy bien, así que una sola capa fue suficiente para pintar toda la letra.
Mientras secaba la letra fui eligiendo los adornos. Tenía la opción de hacerlos yo misma (he hecho muchas cositas de fieltro y pensé que algún animalito podría estar bien), pero recordé que guardaba unos adornos con los que mis hermanos decoraron las paredes de la habitación de los niños cuando eran bebés. Los compraron en Imaginarium y son monísimos, así que cuando los quité para pintar la habitación, los guardé para reutilizarlos. De entre todos, escogí una libélula de fieltro, una corona y una galleta amarilla cuadrada con los bordes troquelados. Quería poner el nombre completo de mi hija en la “P” y estuve probando varias opciones: letras pequeñas de madera para pegarlas en el lateral, caligrafía con tinta permanente de colores… Pero me decidí por unos botones blancos con letras de colores. Los cosí en la galleta de fieltro, en forma de arco, y cosí también en el centro un botón con un conejito pintado (tenemos un conejo de mascota, Pepe, y sabía que a mi niña le encantaría el detalle).
Ya solo quedaba la disposición de todo en la letra, pegar los adornos con silicona caliente y acabar con unas estrellitas de goma Eva repartidas por toda la superficie. ¡”P” terminada! Igual que la “F”, no tiene el aspecto liso de las letras de madera: son letras de cartón y papel, con un toque “rústico” o “shabby chic” que diríamos ahora, que era justo lo que buscaba.
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