Se da una mano de gesso, se deja secar, luego una lijadita y otra mano para cubrirlo bien. Antes tapamos el espejo que no se manche mucho.
Elegimos la servilleta.
En mi caso ésta y como es color mantequilla por la parte superior pinto el malma la mitad de este color.
Le damos alkil a la parte donde está pintado en color blanco y dejamos secar.
Cortamos la servilleta con los dedos y luego le quitamos las dos capas de papel.
La ponemos sobre el marco y cogemos un trozo de papel de horno y le damos con la plancha sin vapor y flojita, hasta que la servilleta esté bien pegada.
Se plancha hasta que quede bien pegada y sin arrugas.
Así quedaría después de planchado.
Quitamos el sobrante que dá al espejo con una lija finita o con lima de uñas.
Le voy a hacer un relieve con pasta estuco.
Se da el estuco con la paletina se quita la plantilla y se deja secar muy bien.
Una vez seco le vuelvo a poner la plantilla y le doy color malva al relieve.
Le doy con una vela para decaparlo.
Se le vuelve a dar color vainilla a todo para tapar algunas imperfecciones de la servilleta y el relieve tambien.
Lijo la parte del relieve para que se vea el color morado.
Aquí se ve y ahora le doy una mano de alkil a todo el malma en horizontal cuando esté seco otra mano de alkil en vertical, y otra mas en horizontal. Luego el craquelador vallejo extendiéndolo por toda la superficie de color vainilla y dejamos secar hasta que craquele.
Aquí se ve el craquelado.
Le he dado con oro de dedo con el dedo, (se le puede dar cualquier pátina).
La doy por partes quitándo el exceso con un trapo de algodón.
Así queda con todo dado.
Este es el resultado final.