La verdad es que andaba muy justa de tiempo, porque estoy acolchando un quilt para bebé para un regalo que tengo que hacer, y el trapillo me absorbe demasiado cuando me pongo con él. Pero para mi niña Ana, lo que haga falta...
Y aunque recién terminada queda un poco abombada, en el momento que la pisen un par de veces, quedará más lisita...
Porque cuando llegamos a su casa y saqué la alfombra, a la niña se le iluminó la cara, preguntando si era para ella...
Y por eso merece la pena que su pobre tía se acueste a las dos de la mañana para tenerla terminada a tiempo:
El diseño es muy similar al de la alfombra que le hice a Celia, que de hecho decía que era suya...
Así que la alfombra para Ana ya luce en su dormitorio, y ella tan feliz.
¿Os ha gustado?