La verdad es que son unos pasos sencillos, que podréis hacer con vuestros hijos como experimento, y queda una pieza de decoración preciosa. Este verano me pondré las pilas y os haré un vídeo explicativo, pero por ahora tenéis la entrada en el blog para que vayáis recogiendo los materiales y poniendo en marcha el proceso, ya que son 2 semanas de reposo. Ahora os explico.
[Antes de nada avisaros que podéis hacer esta misma imitación con bórax. Yo no pude porque según me dijeron, aquí, en España, está prohibido venderlo (aunque tengo entendido que no). Pero bueno, mejor no parezcáis muy sospechosos cuando lo preguntéis porque os pueden mirar raro. Ya que no encontré el elemento principal, y supuse que iba a ser muy complicado que vosotros lo encontrarais, decidí sustituirlo por otro, que aunque se tarda mucho más tiempo, crea el mismo resultado. Ese elemento es algo que todo tenemos en casa: Azúcar.]
Y sin más dilación comencemos con el proceso.
La medida que utilizaremos es "por cada vaso de agua echamos dos vasos y medio de azúcar" Y ya está. Con eso deberíais poder crear tantas como quieras. Aunque debes tener en cuenta que cuanta más azúcar, mayor densidad, es decir, que si echas un vaso de agua hasta arriba, cuando eches el azúcar se desbordará.
Con lo cual, echaremos en una olla agua (1) y azúcar (2), y disolveremos totalmente la mezcla (3) Y al final tiene que quedar como en la imagen (4) un líquido muy caliente, amarillento y transparente.
Después lo pondremos dentro de un recipiente (5) y lo mezclaremos con tintes concentrados o superconcentrados para pinturas al agua (6). Removeremos muy bien hasta que el color quede uniforme (7). En mi caso utilicé azul y verde e hice mezclas entre ambos para conseguir colores intermedios. Además, lo bueno de estos tintes es que dependiendo de la cantidad que echéis podrá saliros tonos más claros o más oscuros. Así que con dos colores tendréis una gran gama.
Ahora, déjadlo enfriar al aire libre durante el tiempo que sea necesario. (Es muy importante que la mezcla esté de templada, no caliente) (8) Mientras tanto, nos pondremos manos a la obra con la base de la geoda.
No estoy segura de cómo se llama esto, pero creo que son "limpia pipas". ¿El color? Preferiblemente blanco pero no creo que haya problema en coger otro cualquiera, ya veréis por qué más tarde.
Lo pondremos de esta forma:
No tiene mucho misterio. Después ataremos una cuerda a nuestro limpia pipas enrollado y en el otro extremo lo atamos a un lápiz o cualquier otro utensilio que permita que éste se quede en mitad del vaso sin que llegue a tocar los bordes.
Cuando la mezcla esté templada o fría, meteremos el limpia pipas sólo para mojarlo (9 y 10), ya que tendremos que empaparlo en azúcar para que se quede pegada en el mismo (11). (Ahora después explicaré por qué) Y volver a ponerlo dentro de nuestro vaso (12). Para dejarlo reposar, es conveniente tapar los vasos con un trapo o algo para que no se ensucien con el polvo o la suciedad del ambiente.
Ahora llega la parte aburrida. Deberemos esperar DOS SEMANAS, sí, dos semanas hasta que nuestro "experimento" se haya completado.
Pasadas esas semanas habremos acabado. Sácalo del recipiente (13) déjalo secar (14) corta la cuerda (15) y píntalo al gusto si quieres (16)
Podemos utilizar estas preciosas piedras no solo para decorar. Por ejemplo, de pequeñas dimensiones podrían servir perfectamente para collares o pendientes. Da rienda suelta a tú imaginación.
Explicación. ¿Qué ha pasado?
Al derretir el azúcar en el agua caliente, conseguimos disolver muchísima más cantidad de lo que podríamos hacerlo en el agua fría, creando así un exceso de azúcar en el recipiente. Cuando comienza a enfriarse, el exceso de azúcar necesita volver a solidificarse, por eso le dimos un sitio donde poder hacerlo, encima del azúcar ya sólido que tenía nuestro limpia pipa.
Y así es como, en un proceso largo de dos semanas, el azúcar comienza a volverse sólido y a crear esos "cristales" tan duros.
Recomendaciones: Si es la primera vez que lo haces, te recomiendo que no empieces haciéndolas en masa. Comienza con una y cuando le encuentres el truco, haz más, de una en una o de dos en dos. No utilices colorante vegetal, puesto que el azúcar apenas coge color con ese tipo de colorante.
Y nada más que añadir, solo excusarme de las pocas entradas por los exámenes de la universidad, y recordaros que en cuanto acabe tengo muchísimo proyectos, ¡y en vídeo! Así que dadle a me gusta a la página de Facebook y no os perdáis ni una sola entrada. Aquí tenéis el vídeo explicativo.