En Internet podéis encontrar muchos sitios que explica como se hace, pero esta imagen del blog Sicondius lo resume muy bien.
Es una buena manera de reciclar pinturas pequeñas que andan por casa e ideal para hacer con niños.
Sólo hay que trocear las pinturas, poner los trozos en los moldes de silicona y hornearlos hasta que se derritan en el horno.
Al sacarlos, mucho cuidado, ¡queman! Así que dejarlos enfriar tranquilamente aunque si tenéis prisa siempre podéis recurrir al congelador.
Yo había visto que el uso normal es para volver a pintar haciendo las figuras volviendo a juntar trozos de pintura del mismo color pero como no tengo niños pequeños cerca lo que hice fue mezclar colores tal y como me vino a la cabeza y ponerles un imán, para decorar nuestras neveras.