Ahora que tengo un cuarto de costura nuevo, me paso el día pensando qué puedo hacer para ponerlo cada vez más bonito. ¡Nunca es suficiente! Y la niña bonita de esa habitación, como no, es mi máquina de coser. Es muy sencilla pero se merece no pasar frío y estar bien cómoda cuando la uso.
Si no te has podido resistir y has visto ya la foto que hay a continuación, te habrás dado cuenta que nuestra funda tiene una triple función. No solo cubre la máquina, además sirve como tapete y organizador de herramientas. ¡Es muy completo y facilísimo de hacer!
Para empezar debes medir tu máquina desde la parte inferior delantera hasta la inferior trasera y también el ancho, para saber exactamente qué medida debe tener la funda. Una vez tengas la medida, añade dos centímetros a cada lado y corta dos rectángulos de tela y uno de guata. Yo siempre dejo un poco más de guata para no tener problemas a la hora de acolchar.
Con pegamento en spray pega los dos rectángulos de tela a la guata. Hazlo poco a poco y estirando bien la tela para que no quede ninguna arruga.
A continuación acolcha todo lo que quieras, ¡eres libre de hacerlo a tu gusto!. Eso sí, recuerda que si acolchas en exceso, la tela encogerá de tamaño y la funda puede quedar pequeña para tu máquina. Yo me limité a pasar unas líneas verticales y en un sentido de la diagonal para que no quedara demasiado cargado.
En este punto, corta el sobrante de guata midiendo bien y aprovechando para ajustar la medida en caso de que veas que tu funda ha quedado un poco grande.
Es el momento de preparar los bolsillos. Te aconsejo que en este punto te hagas una composición de lugar y pienses qué quieres guardar en cada uno de ellos, así como la altura ideal en función del tamaño de tus tijeras, por ejemplo. Yo decidí poner seis bolsillos, aunque dos de ellos son muy pequeñitos.
Primero haremos los grandes. Recuerda que debes calcular la medida terminada de cada uno de ellos y añadir 1,20 cm de costura, en caso de utilizar el pisante de patchwork. Cose entre sí todas las telas que formarán el conjunto de los bolsillos grandes y pega en la trasera, con ayuda de la plancha, la entretela para que coja cuerpo y no se rasgue con el uso.
A continuación, puedes hacer tu propia cinta al bies para colocar en la parte superior de los bolsillos, pero antes, coloca una cinta decorativa a modo de separador de los distintos bolsillos. Fíjate que la parte inferior de estas tiras verticales han quedado sueltas, a la espera de colocar los bolsillos pequeños.
Repite con los bolsillos pequeños para prepararlos. En mi caso he utilizado lino para darle un cambio de color y aproveché esos bolsillos pequeños para hacer unos bordados decorativos.
Presentamos el bloque completo de bolsillos, de modo que coincida la parte inferior de los bolsillos con el extremo delantero de la funda de la máquina. Preparamos los bordados que vamos a hacer para, a continuación, fijar el conjunto a la funda haciendo unas costuras verticales por la cinta decorativa.
Ya solo nos queda coser la cinta al bies alrededor de toda la funda, sin olvidar de poner unas cintas decorativas que nos permitirán sujetarla cuando esté cubriendo la máquina.
En este punto hago un inciso para contarte que hace unos días probé un pisante para coser bies y estoy completamente fascinada. El resultado es perfecto y no veo el momento de volver a usarlo porque me supo a poco.
Una vez dicho esto, que lo estaba deseando, ya solo queda un pequeño detallito para darle un punto más personal y la funda está terminada. Se trata del bordado de una máquina de coser antigua que hice en el frontal de la funda.
El resultado final ya lo viste antes y debo admitir que me gusta mucho, además de resultar tremendamente cómodo cuando estás cosiendo y no tienes que estar buscando aquí y allí donde dejaste el descosedor, las tijeras o el bolígrafo para hacer alguna marca en un momento puntual
Las telas que utilicé en este trabajo son de Lynette Anderson y las compré en septiembre pasado en la Mercería Luiña de Cangas del Narcea y en Entre Agujas e Hilos en Piedras Blancas; las cintas decorativas son de Lunares Patchwork en Avilés. Una auténtica casualidad que combinaran a la perfección, y es que Tony, que se ha convertido en toda una ayuda en esto del patchwork, tiene mucha mejor memoria que yo y recordaba los colores que habíamos comprado en un sitio y si pegaban o no con las nuevas telas. ¡Qué suerte la mia! o qué desgracia porque de la otra manera podría comprar más y más, los famosos “porsiaca” (por si acaso no me pegan o no me sirven).
Espero que te haya gustado el tutorial y ya sabes que me encantará leerte si dejas tus comentarios aquí abajo. Mientras tanto sigo investigando y pensando nuevos tutoriales con los que sorprenderte. Nos leemos muy pronto.
¡Besos costureriles!
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