Este año los Reyes han tenido que traerme otro móvil porque, para variar, me he cargado la pantalla una vez más. Tengo una habilidad pasmosa para dejar caer el teléfono de mis manos. Y mira que intento que no ocurra. Así que tenía claro que necesitaba una funda con solapa porque de esta manera, cuando se me caiga (espero que no), estará un poco más protegido.
Como es un modelo de teléfono poco conocido, no encuentro ningún sitio dónde vendan fundas todavía. En casa teníamos una que compramos para otro móvil por internet y que nos mandaron equivocada y casualmente, ¡encaja a la perfección por tamaño! Por supuesto, es en lo único que encaja, porque la cámara y las rendijas no.
¡Y entonces se me ha encendido la bombilla! Con mi teléfono venía una funda de plástico, así que he pensado, que podía adaptar la funda que tenía en casa a mi móvil nuevo.
Dicho y hecho.
MATERIALES
-Además de las fundas, lima de uñas, punzón, cúter, tijeras y silicona fría.
PROCESO
1. Con cuidado, separamos de la tapa trasera, la pieza de plástico que sujeta el teléfono. Nos ayudamos del punzón o mejor, del cúter. Como la funda que voy a poner es transparente y se ha levantado un poco la tela de la tapa, he cubierto la zona pelada con un papel azul, al que he dado un par de capas de pintura acrílica, similar al color de la funda para que el contraste fuera menor.
2. Con ayuda del punzón he marcado las zonas a cortar, situando la funda sobre el cartón forrado.
3. Con mucha paciencia (el interior es de cartón piedra), he cortado con un cúter las zonas marcadas y he lijado los bordes con una lima de uñas.
4. Finalmante, he pegado la carcasa transparente a la funda de cartón.
¡Feliz día!