Pues es ni más ni menos que mi segundo fofucho para colgar en el coche, con algo más de experiencia desde que hice mi primera fofucha con una tablet con el mismo destino.
Ésta vez tuve que hacer uno para mi hermano Marcos por su cumpleaños. Desde hacía tiempo que me lo estaba pidiendo y quise esperar el momento para que fuera un regalo especial.
Me llamo Marcos.
Marcos hizo un voluntariado en Rumanía, una labor social donde acercaba el deporte a los niños con riesgo de exclusión social. Fue una experiencia inolvidable aunque nosotros lo echábamos muchísimo de menos.
La forma de ponernos en contacto y saber lo que hacía día a día fue mediante un blog. Marcos escribía muy a menudo y nosotros lo leíamos con muchísima ilusión. Para verlo en tiempo real nos conectábamos a Skype y además de verlo para saber cómo se encontraba físicamente podíamos hablar de todo lo que hacía en un lugar tan lejano en el espacio y cercano virtualmente como es Rumanía.
Para recordar esos momentos me pidió que creara una fofucho del equipo de fútbol de Rumanía. Busqué fotos por internet y poco a poco fui creando su muñeco de goma eva.
En la camiseta del fofucho le puse el logo del equipo de fútbol de Rumanía y el logo del Club Deportivo Más Vale Prevenir porque es el proyecto en el que estamos todos implicados.
Me faltaba por descubrir qué número le ponía tanto a la camisa como a los pantalones cortos. De una forma muy discreta y en medio de una conversación con él, le pregunté cuál era su número favorito. Con una sonrisilla como si supiera por qué le estaba preguntando, me dijo que su número favorito cuando jugaba al fútbol era el número 2.
Ahora llega la lluvia de ideas que me vino a la cabeza para empaquetar el fofucho.
Lo primero que hice fue introducir el fofucho dentro del envase de plástico y decorarlo con cinta de tela adhesiva, cinta decorativa para regalos, corazones troquelados y un lazo. Todo ésto se quedaría de forma permanente de manera que cuando le quitara el papel que lo envuelve, se quedara sólo a la vista el fofucho como lo puedes ver en la foto.
Para terminar la decoración hice dos agujeros y anudé un cordón negro que sirve como asa. La personalización con el nombre de Marcos lo hice en la tapa del envase.
De ésta forma no se necesita ni bolsa de regalo, que era mi objetivo cuando descubrí que el fofucho para colgar en el coche quedaba perfecto dentro del envase de las pelotas de tenis.
Si tienes un envase parecido en el que puedes introducir tus creaciones, ya tienes una idea de cómo reciclarlo y darle vida con tu toque personal en la decoración.
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