¿En qué lío me he metido ahora? Es lo que me dije cuando vi el tutorial que nos mandó Marta para hacer este boli. ¡Cuánto detalle! Ahora aprecio más los trabajos tan logrados de Las cosas de tía Marta, puesto que no son sólo detallados en el exterior, sino hasta en lo que hay debajo y no se ve o no se aprecia con facilidad, hay total mimo y perfección.
Resulta que El rincón de mis amigas organiza una especie de reto, en el que cada mes una artesana nos manda un tutorial para que nosotros lo desarrollemos. Para esta ocasión ha tocado el turno a Marta que como especialista en fofuchos, nos propuso hacer un fofu boli Cenicienta mandando el paso a paso en un pdf. El tutorial es autoría suya, por lo que yo a continuación sólo les muestro el resultado que obtuve al seguirlo.
Para ser muy sincera, comencé con miedo y a pesar de haber trabajado con goma eva y haber hecho unos cuantos fofuchos, pensé retirarme, pero gracias a Yoli e Ysne decidí callar mis temores, tomar las tijeras y empezar a recortar mis piezas tal como lo proponía el tutorial, que dicho sea de paso, es el instructivo más completo y preciso que he visto. Empecé con cosas pequeñitas concentrándome sólo en lo que hacia sin pensar en lo que se venía y cuando me dí cuenta de que todo iba resultado según lo indicado me sentí mucho más confiada a añadir mi toque personal.
Hice algunas modificaciones según lo que se supone, cambié el color de la calabaza base, las zapatillas, el vestido y el cuerpo llevaba una mitad de bola de unicel, que yo no logré poner porque no había espacio en mi modelo para ella, el resultado es que mi Cenicienta es más plana que una tabla de surf.
Lo siento Marta, soy algo rebelde, y como tenía trozos de tela del vestido que alguna vez uso mi hermana cuando de pequeña le toco ser La Cenicienta en un cumpleaños, decidí optar por hacer la faldita entera de tela en vez de goma eva. Eso sí, mi Cenicienta no es la delicada doncella cuya postura es impecable, ella más bien esta con las piernas abiertas lista para un poco de hip hop.
Al final no sé si repetiré pero ha sido una hermosa experiencia, lo vi complicado en apariencia, pero al final no lo fue, lo que me enseña que más que pensar las cosas un millón de veces hay que animarse e intentarlo, además si la manualidad no hubiera sido un reto, yo no hubiera aprendido nada nuevo y ese no era el fin. Este es el primer fofuboli que hago con cuerpo y todo lo mejor ha sido ver el resultado y sentir que ha valido la pena puesto que, ¿verdad que está lista para el baile?