Me dio rienda suelta para hacer lo que me apeteciese a mi, y después de darle un par de vueltas a la cabeza me acordé de un vestidito que tuvo mi sobrina Carmen el verano pasado, que era una preciosidad, y que hace tiempo que tengo ganas de hacer=copiar . Así que ya no me lo pensé más, y me puse manos a la obra.
Los colores elegidos fueron el blanco y el azul para los lazos. El otro color se lo dejé elegir a la mamá. Yo ya tenía en la cabeza el camel, pero también le di las opciones de ponerlo blanco o rojo. Cualquiera de estos colores le habría quedado bonito, pero el camel le da un toque más elegante.
Al principio estaba un poquito mosqueada, porque Lara (la modelo que lo lucirá) tiene la piel muy blanquita, y la primera vez que se lo probé todavía sin lazos le quedaba horrible. Pero en cuanto se ponen los lazos cambia por completo, el azul resalta más el blanco y evita ese contacto tan feo entre la tela blanca y una piel clara.
Estoy contentísima, a la niña le queda precioso y el vestido está gustando mucho.
También le hice la chaquetita a juego, azul marino con remate a ganchillo en camel. Aunque en las fotos parece que no pega ni con cola, queda muy parejo el color del remate con el del vestido.
Y ya puestos seguimos, y vamos a por otros modelos, porque Lara este año tiene un montón de comuniones y no vamos a permitir que repita vestido, con lo presumida que es ella...
Un besiño, y gracias por leerme!