No recuerdo si te conté que el quilt que aparece como imagen del blog iba a ser reversible. Una idea que en un principio me había parecido genial pero que poco a poco me había ido quitando de la cabeza. Lo tenía incluso acolchado pero no le había puesto el bies, algo no me convencía. La parte delantera estaba muy trabajada y trasera era simplemente una tela naranja con un borde negro, pero no me había quedado muy centrado y mis ojitos lo rechazaban.
Esta semana me lié la manta a la cabeza, quité el acolchado y separé las dos telas de la guata. Cogí la naranja, la emparejé y volví a montar con una trasera negra, ¿qué raro no?. Era la ocasión de probar mi piquillo y darle un aire más alegre a un quilt, que sin tener apenas trabajo de patchwork, quería que quedara curiosito. Y este es el resultado.
Aún tengo por ahí los alfileres esperando para cerrar el trocito que queda abierto, pero como me pasa siempre, no podía aguantar más para enseñártelo terminado; y claro, tuve que preparar un tutorial para que vieras cómo lo hice.
¿Recuerdas el individual de septiembre? (aún te debo el de noviembre) Todavía lo tenía dando vueltas por ahí y me vino de maravilla para enseñarte a poner este piquillo. ¡Verás qué fácil!
La técnica que vamos a emplear es la misma que usamos para el tapiz del gato o para cualquiera de los individuales que hemos hecho, el del corazón de tiras o el del gato floreado del mes pasado. Teniendo esto en cuenta, solo necesitaremos la guata, la trasera y en este caso el piquillo.
Planchamos bien las telas y las colocamos derecho con derecho con la guata en uno de los lados. En mi caso puse, guata, trasera y top. Lo hice así porque la trasera y la guata eran un poco más grandes y así lo podía coser siguiendo el margen de la parte del dibujo.
Pero antes de coser tenemos que colocar el piquillo. Lo haremos poniéndolo entre la trasera y el top, asegurándonos de sujetarlo con alfileres y que quede alineado con el exterior. Así quedará sujeto con la costura y quedará hacia fuera cuando le demos la vuelta al trabajo.
Como me resultaba bastante complicado hacer el ángulo recto, decidí cortar el piquillo algo más largo de los cuatro lados del trabajo, así al darle la vuelta quedaría bien cuadrado todo.
Cose el individual dejando un pequeño espacio abierto para darle la vuelta, pero antes de hacerlo, asegúrate de cortar el sobrante de guata y de trasera, así como del piquillo que nos sobrará por las esquinas, que cortaremos en diagonal para que al girar el trabajo queden bien formadas.
Al hacer el quilt y también con el individual me di cuenta que el piquillo quedaba hacia atrás, por lo que es necesario pasar una costura alrededor que haga que se asiente. Una vez la pases verás que irá a su sitio. Además puedes aprovechar para hacer algún acolchado y que queden todas las capas unidas.
El resultado me encanta, le da un aire diferente al trabajo y además te evitas poner la cinta al bies, con toooooda esa costura invisible Evidentemente no queda bien en todos los trabajos pero de vez en cuando sí que se puede utilizar. Oficialmente me declaro fan de esta terminación, ¿a tí qué te parece?
Estos días tengo algunos proyectos en mente que quiero ir enseñándote. Para empezar el individual de noviembre, que creo que ya lo tengo claro y además, un bolso para llevar nuestras telitas cuando vayamos de aquí para allá con nuestros trabajos… y… no te cuento más que te lo destripo todo.
Mañana me toca viaje para volver a casa durante una temporadita, así pondré a mi madre y mi hermana a coser como si de un taller clandestino se tratara Espero que ellas me ayuden con todos los proyectos por hacer. ¡Nos leemos pronto!
¡Besos costureriles!
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