Me gusta hacer nuevas ideas, pero a veces me vienen tantas a la cabeza que no me da tiempo a hacerlas, entre mis quehaceres familiares y profesionales, mis tiendas y mi canal de YouTube se me escapa el tiempo entre una idea y otra como un fantasma se escurriría entre mis manos. Ya el año pasado tenía pensado hacer un video sobre esta simpática manualidad de Halloween pero no pude, tanto es así que incluso tenía un montón de bases de botellas por ahí acumuladas para hacerla realidad que terminé usando como cuencos para otras actividades y descubriendo lo prácticas que eran para eso también.
Por fin este año he podido hacer realidad este proyecto y hacer bueno el dicho "Nunca es tarde si la dicha es buena", pues estoy muy contenta con el resultado, sobre todo por lo bien que cierra la caja-dulcero.
Corta dos bases de botella de refresco, en este caso yo usé las de dos litros de Coca-Cola, una más larga que la otra. Cuando las hagas encajar, boca con boca, verás que la más larga se desliza dentro de la más corta hasta encajar casi herméticamente. Parece magia, pero en realidad eso pasa por la curvatura de la base de la botella. Si cortas una más alta que la otra, la más baja tendrá la boca más ancha mientras que a la más alta se le cerrará la abertura y por ello cabrá dentro de la más corta.
Ahora ya tienes la base de la calabaza, así que vamos a decorarla. Se pueden usar pinturas acrílicas o en spray, pero yo me decanté por la técnica decoupagé, o sea, pegar papelitos. Con cola blanca y trocitos de papel de seda naranja fosforito pequeños, sin arrugar, fui cubriendo la superficie exterior de las bases de botella. La cola blanca pega bastante bien sobre el plástico y para que quede más firme es mejor no diluirla. Así que aplicas capa de cola a la botella, capa de papelitos, los aplanas con el pincel y de nuevo repasas con cola. Luego en papel de seda negro recortas los rasgos de la cara de la calabaza y los pegas de igual manera. Con goma eva o foamy hago un rabito, lo pego con pegamento instantáneo y ya tengo mi calabaza-dulcero lista para rellenar de gominolas y demás chuches. Lo bueno que tienen es que el interior es apto para uso alimentario (era una botella de refresco) con lo que puedes poner en su interior lo que se te ocurra. Las que hice con botellas de dos litros eran suficientemente grandes como para que cupieran unos chupa-chups en su interior.
También probé con botellas de medio litro pero estas no me dieron un resultado tan bueno, pues tienen un dibujo en relieve que evita el perfecto encaje de sus bases, pero también quedan útiles y bonitas. Para estas probé qué tal resultado daba pegar el papel de seda por el interior de la base de botella. No me gustó demasiado el resultado, y lo que menos fue la cantidad de tiempo que tardaron en secar... pero queda resultón. En este caso, al estar el interior con cola blanca y papel de seda, es necesario que los caramelos que metas en su interior sean envueltos.
Así que ya tenemos nuestras cajitas para jugar al "truco o trato" en la noche de Halloween... y hechas con material reciclado como base! Aquí podéis ver el paso a paso con detalle ¡no os perdáis el video!