Sólo necesitas una taza blanca, un rotulador permanente negro y un horno.
¡Manos a la obra! Busca un texto, motivo o dibujo que te inspiré, y píntalo en la taza. Yo, que no soy muy buena dibujando, elegí un textito y un dibu muy fácil, pero, si se te dan bien estas cosas, las posibilidades son infinitas y puedes hacer unas cosas superchulas. Ahora sólo tienes que meter la taza al horno a 200º durante 35 minutos y… ¡tachán! Ya tienes lista tu taza…
¿No os parece genial para hacer un regalo? ¡Feliz miércoles!
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