Una tabla de madera de abeto.
Cuerda blanca de algodón de 10 mm de grosor. El largo depende de la altura que le quieras dar al columpio (en cualquier ferretería).
Cinta de pintor.
Un taladro
Dos alcayatas redondas o hembrillas de más de 10 mm de diámetro para que quepa la cuerda (en cualquier ferretería).
Dos tacos compatibles con las alcayatas.
1. Corta la tabla de madera del tamaño que quieras que sea tu columpio.
2. Con ayuda del taladro y una broca del 10, haz cuatro agujeros: uno en cada esquina de la tabla. No importa que los bordes de los agujeros no te queden perfectos, ya que la cuerda los va a tapar.
3. Mide la altura que quieres que tenga tu columpio. Multiplica por dos y añade unos 20 cm, y esa es la medida que tienes que hacer a las cuerdas. Serán dos cuerdas: una por cada lado.
4. Corta las cuerdas. Para que no se deshilachen, pega la cinta de pintor donde tengas que hacer los cortes. Ya la quitarás al final, cuando tengas tu columpio casi hecho.
5. Mide la distancia más larga que hay desde un agujero a otro de la tabla. Esa es la medida a la que tienes que poner las alcayatas del techo. Calcula también a qué distancia de la pared quieres poner los columpios.
6. Haz los agujeros con el taladro en el techo. Mete los tacos y después atornilla las alcayatas. 7. Mete los extremos de una de las cuerdas en los dos agujeros de uno de los lados y haz sendos nudos por debajo de la tabla. Después, haz lo mismo con la otra cuerda, pero anuda sólo un extremo y el otro déjalo superpuesto.
8. Cuelga el columpio de las alcayatas, y nivela la tabla a ojo o con ayuda de un nivel. Cuando lo tengas, anuda el extremo que habías dejado sin atar.
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