Por fin le eché valor y, tijeras en mano, me lié a darle forma a una pequeña parte de mi tesoro. Hice una guirnalda de la que me siento muy orgullosa. Si no fuera porque la he hecho yo, pensaría que es comprada ;) Es muy fácil de hacer, aunque lleva tiempo, sobretodo si coséis a mano como fue mi caso. Lo mejor, es que al ser piezas pequeñas, podéis hacerlo en ratos sueltos.
Lo primero es buscar una plantilla para hacer las piezas. Yo elegí unas estrellas de diferentes tamaños que encontré en el libro de Tilda, de Navidad. Para ahorrar un poco de tiempo, doblé la tela antes de cortarla, sujetando con alfileres para que no se moviera.
Una vez que están cortadas todas las estrellas, se van cosiendo, dejando una de las aristas sin coser. Por ahí daremos la vuelta a la estrella, ayudándonos con un palillo para empujar las puntas. No tengo foto de este paso, pero es como si quisiéramos dar la vuelta a un calcetín. Antes de darles la vuelta, podemos cortar el sobrante de las esquinas, para evitar que salgan arrugas al rellenar las estrellas.
Después vamos metiendo poco a poco la floca (es esa especie de espuma de la que están hechos los cojines), ayudándonos de nuevo con el palillo, y así asegurarnos de que cada punta queda bien rellena. Antes de terminar, cosemos el lado que habíamos dejado y rellenamos un poco más, si vemos que hace falta.
Cuando tenemos todas las estrellas listas, las atravesamos con un cordón, espaciándolas a nuestro gusto, y anudamos unas bolas de madera en los extremos. Entonces nuestra guirnalda estará lista para decorar cualquier rincón.
Qué os parece el tutorial de hoy? Dónde colocaríais la guirnalda?
Un abrazo!
Fotos: Sara González Carrasco