Así era la camisa antes de la transformación
Materiales necesarios
Un trozo de tela (este trabajo nos permite comprar alguna bien bonita aunque sea cara ya que usaremos un trozo muy pequeño)
Hilo del color de la tela
Descosedor
Papel
Máquina de coser
Alfileres
Jaboncillo para marcar ¡Vamos a ello!
1.Sacar la plantilla
Lo primero y más importante es sacar la plantilla del canesú de nuestra camisa. Para hacerlo necesitaremos una superficie acolchada (nos valdrá con una tela doblada varias veces para que sea gruesa), un papel y un descosedor. Lo primero que haremos será colocar la tela doblada sobre una superficie plana y encima el trozo de papel, después colocaremos encima el trozo de canesú del que queramos la plantilla y lo sujetaremos con alfileres. Una vez esté bien sujeto iremos pinchando con el descosedor todo el perímetro del canesú, como veis en la foto:
Pinchado del canesú para sacar la plantilla
Una vez hayamos pinchado con mucho cuidado toda la parte exterior del canesú retiraremos los alfileres y levantaremos la camisa. Nos quedará el canesú perfectamente marcado en el papel que hemos colocado debajo:
Haremos exactamente lo mismo para la espalda y la otra parte delantera del canesú de modo que tendremos tres plantillas:
2. Cortar la tela
Antes de cortar la tela colocaremos nuestras plantillas encima y las alfileraremos para que no se muevan nada de nada:
Una vez fijas marcaremos con jabón de sastre una línea alrededor, aproximadamente a 1 cm o 1,5 cm y cortaremos. Este margen nos ayudará a poder doblar una solapita hacia dentro por todo el perímetro con la ayuda de la plancha y usando la plantilla como molde:
3. Coser el canesú
Una vez hayamos doblado bien los bordes de cada una de las piezas del canesú es muy importante que las sujetemos a la camisa. Yo he querido mantener las costuras típicas de los vaqueros así que he tenido que sujetar la tela justo al borde de las costuras.
A pesar de que no suelo hilvanar casi nunca (me apaño colocando alfileres) en este caso sí lo he hecho porque es súper importante que la tela quede bien sujeta en su sitio.
Una vez bien sujeto con hilván pasaremos una costura recta lo más cerca posible del borde de la tela por todo el perímetro de la misma, retiraremos el hilván y ¡ya tendremos acabada nuestra camisa!
Resultado
Como habréis visto se trata de un proyecto muy sencillo pero resultón que además nos permite llevar camisas únicas. ¡¡Sirve tanto para camisas de mujer cómo de hombre y puede ser un regalo genial!
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Fuente: este post proviene de KoserkonK, donde puedes consultar el contenido original.
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