Cuando me mudé a la casa donde vivo, encontré abandonados libros con defectos de impresión. Si bien no podían ser leídos, los guardé para reciclarlos en diferentes proyectos decorativos.
En esta ocasión uno de ellos se ha convertido en calabaza como si el hechizo de la historia que esconden sus letras, haya hecho todo lo posible para que el libro tuviera una segunda vida.
Si me acompañas, te voy a enseñar cómo hacer una preciosa calabaza, elegante, decorativa y de muy fácil elaboración.
Vamos, que el reloj marca las 12...
Ahora puedes decorarla como más te guste. Yo pinté los bordes con pintura naranja para darle un toque de color.
Por favor no destruyas ningún libro que pueda ser leído. Utiliza impresos defectuosos, o materiales como guías o catálogos fuera de vigencia.
Una calabaza con todo el encanto de un libro. Más mágica, imposible...
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Este post participa en el Desafío Love Craft de Octubre.