No es que me inspire mucho nada relacionado con hilos y lanas. No por nada, sino porque soy nula total para las labores. Cuando era pequeña hicimos en el cole unos animalitos muy graciosos con pompones, pero nunca más los volví a hacer... hasta ahora, gracias a esta revoltosa de Anna, que se empeña en que no dejemos de aprender... de todo un poco.
Hay varios procedimientos para hacer pompones de lana que yo desconocía por completo: utilizando un tenedor, los dedos... incluso hay un método para hacer pompones "en cadena", que permite hacer varios a la vez. Probé los dos primeros, pero me convencía más el resultado con el método tradicional: el de los cartones.
Se dibujan y recortan en cartón unos círculos concéntricos, de mayor o menor tamaño dependiendo de la envergadura que queramos dar a nuestros pompones.
Después se les hace un corte desde la base hasta el agujero central, se unen haciendo coincidir los cortes, y a enrollar lana. Cuanto más mullliditos los queramos, más vueltas de lana daremos.
Una vez forrados los cartones, se corta la lana entre la unión de ambos.
Por último, pasamos una hebra de lana alrededor y lo atamos bien fuerte. Después, quitamos los cartones y si es necesario, terminamos de redondear e igualar los pompones con una tijera.
He hecho cuatro pequeñitos...
... que he utilizado para decorar este almohadón.
También le he hecho un estarcido. Antes de empezar es fundamental proteger la cara opuesta del almohadón, ya que de lo contrario, se nos mancharía de pintura al humedecerse la tela. Podemos utilizar revistas, cartón, papel absorbente...
He utilizado esta plantilla que me gusta muchísimo... se nota no? jajajaja. La verdad es que las limpio a conciencia, pero no sé por qué la última vez que utilicé ésta la dejé sin limpiar! No pasa nada, me costará un poquito más pero quedará como nueva.
Para evitar que se mueva la he fijado bien a la tela.
No tenía pintura textil gris, pero la solución es sencilla.
Por unas zonas he marcado más que por otras, como si estuviera ya un poco rozado. Una vez que la pintura está bien seca, es muy importante planchar el motivo, protegiéndolo con papel vegetal o planchándolo por el revés. De esta forma, la pintura quedará bien fijada y podremos lavar en el futuro sin problemas.
Para terminar, he rematado el almohadón en sus cuatro esquinas con los pompones.
Éste es el resultado:
¿Qué os parece?
Tengo muchísima curiosidad por ver qué ideas han tenido las demás participantes en el reto de los pompones, así que me voy a verlas ahora mismo.
Si queréis ver todas las propuestas y votar vuestras favoritas, sólo tenéis que pinchar aquí.
Aprovecho para desearos una feliz semana!