El punto de cruz es una clásica manualidad que se transmite de generación en generación. Sin embargo, en los últimos años se está perdiendo este tipo de trabajo. En parte, se debe a su apariencia complicada y al tiempo que debemos dedicarle para finalizar una pieza.
No obstante, aquí van unos sencillos consejos para iniciarnos en el apasionante mundo de el punto de cruz con el que podremos arreglar desde manteles y caminos de mesa hasta personalizar nuestra ropa con bellas imágenes. Tan sólo con ayuda del hilo y la aguja podremos crear todo tipo de hermosas figuras con gran rapidez.
Inicio
Por muy complicado que parezca cualquier tipo de esquema, si nos fijamos, nos daremos cuenta de que se basan en pequeñas equis que todas unidas forman el dibujo. Se pueden realizar tanto de manera vertical, como horizontal o en diagonal y los tejidos más comunes son tanto el lino como la denominada tela Aída, donde los cuadros aparecen marcados. Así estaremos iniciando en el punto de cruz.
Debido a la delicadeza de las telas deberemos siempre guardarlas en estuches donde estén alejados de la suciedad. Si por algún casual se han manchado, deberemos lavarlos siempre a mano para no deteriorar ni el tejido ni el dibujo. Los hilos también se guardarán en cajas, en sus respectivas madejas para evitar que se hagan nudos.
Otra cosa que tenemos que tener en cuenta antes de comenzar es retirar trozos pequeños de la madeja, ya que si extraemos demasiado podemos volver a hacer diminutos nudos que nos costarán quitar. Igualmente, si se nos acaba el hilo y necesitamos enlazarlo con otro, haremos un pequeño nudo en la parte superior, el cual cortaremos después y atravesaremos con la nueva hebra por el medio. Aquí observaréis las obras de las usuarias Carbel y Ovelisca.
Tejiendo
Salvo en algunos casos, lo mejor es comenzar de arriba abajo y de izquierda a derecha, igual que el orden de lectura. Al terminar la hilera, lógicamente volveremos a repetir la operación pero ahora en sentido contrario. Así hasta completar la denominada 'x'. Es el procedimiento habitual para el punto de cruz vertical y horizontal.
Como curiosidad cabe mencionar que para el punto de cruz diagonal es al revés, de abajo arriba. Si dominamos estos estilo podremos probar con un método que da un resultado magnífico, el punto del diablo, en el cual se trazan estrellas o asteriscos, mucho más complejo que las modalidades anteriores. También debemos tener en cuenta que su tamaño será mucho mayor.
Es muy importante, debido a su complejidad y a sus muchas lazadas, continuar siempre en el mismo orden, de no ser así quedará una manualidad bastante desigual a pesar de tener la misma figura. Para este punto se utilizar hilo mouliné, el cual está 100% fabricado en algodón. Aquí vemos unos fantásticos ejemplos de las lectoras Isavargas e Isabelvizcaino.
Extras
A pesar de que en gran parte del mundo se teje de manera habitual, tan sólo con nuestras manos, en otros lugares se recurre a los bastidores. Un ejemplo de ello lo vemos en Inglaterra donde es muy habitual usarlos. Existen muchos modelos y en gran diversidad de tamaños por lo que siempre encontraremos uno que se ajuste a nosotras.
Entre sus muchas cualidades destaca la de mantener el tejido siempre tensado, por lo que nos dará una sensación más visual y más uniforme, sin requerirnos un gran esfuerzo. Existen tres modelos principalmente. Los de aro, son más económicos y más pequeños, sin embargo, nos obliga a tenerlo siempre sujeto con una mano.
Por el contrario, tenemos los bastidores de pie, que como su nombre indica, llegan hasta el suelo por lo que nos permite crear obras de mucho mayor envergadura con gran comodidad. Por último, están los de mesa, son de tamaño medio y nos permite tenerlo apoyado sobre la mesa. Aquí tenéis unas muestras de las usuarias Merana3 y Angapa.
Agradecimientos: Kakiss, Carbel, Ovelisca, Isavargas, Isabelvizcaino, Merana3, Angapa