De toda la vida hemos visto a nuestras madres y abuelas hacer jabones para limpiar la casa con aceites reciclados, pero las recetas de unas familias a otras varían (si es que siguen alguna receta y no lo hacen a ojo) y por eso los resultados no siempre son los esperados. ¿Por qué pasa esto?
El proceso de fabricación del jabón es muy exacto ya que para una cantidad de aceite concreta le corresponde una cantidad exacta de sosa para que todo el aceite se saponifique (se convierta en jabón). Por lo tanto os voy a dejar la fórmula correcta para que os resulte un jabón con un alto poder de limpieza y válido para fregar platos, para la lavadora y para la casa en general. Para su uso en el cuerpo no es apto por ser demasiado cáustico. Os detallo:
¿Qué necesitamos?
1 kg de aceite de oliva reciclado. ¡Ojo! es un kilo no un litro (un litro de aceite no pesa un kilo).
167 g de sosa en perlas (mínimo 98% de pureza). La venden en Mercadona por ejemplo.
430 g de agua destilada. Destilada es lo ideal pero si no tenemos se puede hacer con agua potable.
5 g de sal. Para que el jabón resulte más blanco.
¿Cómo se hace?
1. Primero tenemos que limpiar el aceite usado. Nosotras solemos freír en el aceite corteza de limón y una rama de tomillo o romero. Después dejamos el aceite enfriar.
2. Cuando el aceite esté frío lo colamos con un colador de tela para que el filtrado sea lo más fino posible.
3. Ahora vamos a apartar en un vaso un poco de agua destilada (de los 430 g que tenemos en total) para preparar una salmuera: calentamos el agua en el microondas y le añadimos la sal. Removemos hasta que se haya disuelto por completo.
4. Cuando no haya rastro de la sal mezclamos la salmuera con el agua y a continuación prepararemos la lejía. Antes tenemos obligatoriamente que ponernos guantes de goma o látex (la sosa es muy agresiva y puede causar daños muy graves al contacto con la piel o los ojos), gafas protectoras y mascarilla (la especial para sustancias volátiles). Estos utensilios los puedes encontrar en cualquier almacén de materiales de bricolaje.
5. Para preparar la lejía vertemos la sosa encima del agua (nunca al revés porque puede salpicar). Removemos para que se disuelva poco a poco. Comprobaremos que empieza el líquido a subir de temperatura (puede llegar a más de 80ºC). La mascarilla aquí es muy importante porque se desprende vapor como consecuencia de la reacción química de ambos compuestos. Este vapor puede resultar tóxico así que es muy importante no respirarlo y hacerlo en un lugar ventilado.
6. Si tenemos termómetros para líquidos perfecto porque podremos ir tomando la temperatura del líquido y si no lo tenemos dejaremos ésta lejía durante horas (puede ser toda la noche) hasta que esté a temperatura ambiente. Lo haremos porque para mezclar ambos líquidos (aceite y lejía) deben estar a la misma temperatura (nunca a más de 70ºC).
7. Nosotras tenemos dos termómetros y ponemos uno en la lejía y otro en el aceite. Templamos un poco el aceite al fuego hasta que llegue a los 50ºC y esperamos a que la lejía baje a los 50ºC. Cuando ambas temperaturas se cruzan entonces es el momento de verter la lejía encima del aceite, en ese orden.
8. Removemos un poco y en círculos con una espátula de silicona y a continuación introducimos la batidora en el fondo del recipiente y la accionamos a la velocidad más baja. No la levantamos ni removemos hasta que veamos que se haya formado la traza (el aceite se vuelve blanco por completo con textura de crema).
9. Cuando la textura sea como la de una mayonesa ya podemos retirar la batidora y si vemos que queda algo de aceite libre tenemos que seguir batiendo hasta que todo el color sea homogéneo.
10. Cuando todo el aceite se haya convertido en jabón vertemos el contenido en un molde (puedes usar los de silicona para alimentos). No tocarlo sin guantes porque el ph del jabón está muy alterado e irrita la piel. Si por casualidad ocurriera podremos ponernos un poco de vinagre para neutralizar y calmar el escozor.
11. Por último tapamos el molde con un cartón o papel film y envolvemos en una manta o toalla. Dejaremos reposar el recipiente en un lugar oscuro durante unas 24 horas y pasado este tiempo ya podremos desmoldarlo y cortarlo en tacos.
12. Estos tacos de jabón debemos dejarlos madurar al aire libre durante 30-40 días antes de usarlos para que tanto el ph como la humedad del jabón tomen los valores adecuados.
Autor: http://comohacerjabones.com
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