La tela vaquera es de color azul, por lo que combina bien con todo, y además es ligera, flexible y muy resistente, con lo que se presta a cualquier uso por sufrido que sea. Podemos confeccionar fundas para el móvil, gorras, colchas, bolsas de viaje para los zapatos…En definitiva, innumerables ‘apaños’, como los llaman las buenas modistas.
Con tales ventajas, empezando por el suministro gratis, no nos extraña que el reciclaje de prendas vaqueras se haya convertido en una moda de gran éxito, sobre todo entre los jóvenes. También las foreras se dan maña inventando nuevas utilidades para las prendas vaqueras que ya no usan. Veamos algunas propuestas muy desenfadadas, ocurrentes y divertidas.
Además de las citadas cualidades, un rasgo de la tela vaquera, excepcional entre los tejidos, la convierte en ideal para el reciclaje: es una lona que se embellece con el desgaste y el paso del tiempo. Por ello va ganando atractivo como prenda, y, cuando se ha roto o deja de gustarnos, podemos destinarle nuevos usos mediante una sencilla transformación. Y tendremos la seguridad de que el nuevo complemento, además de adornar, prestará leales servicios muchos años.
Anubis71 ha aprovechado la flexibilidad y la resistencia del tejido vaquero para confeccionar un pequeño complemento muy útil: el estuche para llevar los lápices y bolígrafos.
Maxito hizo este cojín con unos vaqueros. “Lo volví del revés, corté las perneras y la cosí a máquina. Volví del derecho y le puse velcro en la cintura, por dentro. Y si se le pusieran tiras para colgar, podría convertirse en bolso”.
Otra posibilidad de reciclaje con prendas tejanas es recurrir a los adornos pintados, una opción juvenil y desenfadada que pocas telas admiten. Es lo que decidió nuestra lectora Zire, cuando accidentalmente salpicó con lejía una camisa vaquera de su marido, nueva para más señas. “Se me ocurrió que para taparlas podía hacer un dibujo, y nada más apropiado que la cabeza de un caballo y unas herraduras. Mi marido le tiene mucho cariño y aún la conserva”.
Finalmente, Pilusqui aporta un diseño realmente original: ha usado la tela de unos pantalones vaqueros para tapizar un reposapiés. “Así puedo poner encima hasta los zapatos sucios, porque es muy sufrido, no como la tela que traía, que no me duró ni un año”. Te invitamos a seguir el ejemplo de las foreras, explotando a más y mejor las innumerables posibilidades ahorrativas de un tejido bonito y altamente servicial.