Decorar las macetas de tu jardín es pensar en tener una linda presentación al mismo. Pues, durante los meses de verano, el jardín se convierte en el lugar más visitado de la casa. !Anímate a llenarlo de bonitos adornos! Cada pieza que tú misma realices supondrá unas horas de grata dedicación, y una muestra de tu habilidad y de tu esmero que deleitará a toda la familia, y también, claro está, a tus invitados.
En este trabajo vamos a realizar un tapete de flores para cubrir un viejo asiento de farmacia, que hará las veces de macetero. Como el tapete es una pieza pequeña, aprovecharemos el trozo de lino que nos sobró al hacer la nueva funda de la hamaca. El trabajo es muy entretenido y tiene dos fases, confeccionar el tapete y pintar las flores.
Después de medir el asiento del taburete, añadimos lo que queramos dejar como faldón, y elaboramos una plantilla que nos facilitará el corte de la tela.Cortamos la tela, le cosemos el dobladillo a máquina, y planchamos. La plancha debe estar siempre encendida mientras cosemos, hay que repasar costura por costura a medida que las vamos haciendo. Si lo dejamos todo para el final, coseremos el remate sobre una tela sin alisar, y el borde quedaría falto de la debida prestancia.
Como adorno, vamos a añadir en el borde una tela bordada, que coseremos también a máquina. Si no disponemos de tela bordada sirve cualquier encaje que encontremos, o un volante de tela que seamos capaces de hacer; el caso es contar con un remate fino y apropiado.
De esta forma sujetamos el faldón para ir pespunteando pliegues a intervalos regulares, dando así la forma redonda al añadido.
Ya tenemos el tapete bien cosido y planchado, de modo que toca ahora engalanarlo con unas bonitas flores. Usaremos la pintura especial para tela de la marca Setacolor, un producto que se aplica sin necesidad de diluir ni mezclar con disolvente.
Hacemos seguidas todas las flores de color rojo, de esa manera trabajaremos más deprisa consiguiendo un motivo más homogéneo. La fase de pintado puede hacerse con una plantilla, o bien directamente. Si lo necesitamos, señalaremos antes los trazos del dibujo abocetándolo sobre la tela.
El rojo y el verde combinan muy bien, y además armonizarán con las plantas, el césped y las flores que harán compañía a nuestro macetero.
Una vez terminado el dibujo, lo dejamos secar al aire y a la sombra en un lugar limpio, sin corrientes que puedan llenarlo de polvo ni pelusas. Cuando ya esté perfectamente seco, fijamos el color con la plancha, y a partir de ahí las flores quedarán impresas de forma indeleble, y no se irán con el lavado aunque pasen años.
Y ya sólo falta colocar el decorativo tapete en el asiento de madera, presidiendo uno de los lugares preferidos de nuestro jardín. ¡Hemos conseguido un macetero que sin duda será muy comentado! Lo disfrutaremos mucho estas vacaciones, después de una agradable elaboración. ¿Qué más se puede pedir?