Desde que conocí a Puri, mi admiración por ella como persona, y sus trabajos ha ido creciendo.
Mi nivel en costura es el que es, ni más ni menos, y en máquina igualmente.
Siempre que veo algo hecho por Puri, no tengo más remedio que mirarlo con lupa porque no me puedo creer que haga las puntadas tan perfectas.
Se había ofrecido a enseñarme a aplicar a máquina y lo hemos ido dejando todo el año por diferentes circunstancias.
Llegó el día, fue el lunes de esta semana.
Me encantó lo que me enseñó, ahora quedaba mi parte: practicar.
Soy incapaz de practicar sobre algo inservible, creo que me inventé el proyecto que os presenté ayer, porque así podría hacerlo y que valiera. El punto salvaje, dependiendo en qué me encanta.
Fijaos que nivel:
No hace falta que aplaudáis, aunque si así os sentís mejor....
Bueno, ahora os voy a enseñar el punto salvaje:
Debería haber quitado el botón que es lo que ha hecho que "me saliera".
En el puño amarillo ya puse hilo de bordar y se nota.
Muchísimas gracias Puri, que suerte y que placer haberte conocido.
Igual nos vemos hoy.
Y sigo coso que te coso...