Dejo la entrada programada y espero que funcione, porque la última vez que lo hice no funcionó.
A pesar de que sigo con mis problemas familiares y de salud, me atrajo mucho el reto, porque hace tiempo que tenía ganas de hacer algo con las conchas que llevo coleccionando desde hace años. El mar, ese inmenso y misterioso paisaje, no lo conocí hasta que fui jovencita, en el instituto. Soy de secano, de tierra de La Mancha, y el mar quedaba muy lejos y mis padres no viajaban. Miento, vi el mar con 8 años cuando fui a La Coruña a ver a mi hermano que estaba estudiando en un colegio interno. Pero para mi desgracia no pude bañarme porque hacía frío. En junio. Luego, con unos 13, el cole nos llevó a Andalucía y conocí Nerja y sus playas. Aunque lo que más recuerdo es mi viaje a Palma de Mallorca, con el Instituto, yo con 17 años, ligando por primera vez en una pista de baile... Y bañándome en las playas mallorquinas repletas de alemanes.
La última vez que vi y me bañé en el mar fue en diciembre del año pasado. No, no estoy loca. Estaba en La Palma (en Canarias), una isla preciosa, con bosques de laurisilva y playas rocosas que dan al Este (las que pude conocer). En fin, no me enrollo, paso a enseñaros mi manualidad.
La materia prima fue un cajoncito de 13 cm x 11 cm x 4 cm. No hice la foto del antes, de la madera sin pintar. Pero lo cogí de mi casa del pueblo y debe tener unos 70 años.
Primero, la imagen final:
Un cuadrito que se puede colgar en la pared o poner sobre una estantería. Lleno de conchas, caracoles, arena, redes, un palito, y hasta una perla :)
Y ahora el paso a paso.
Después de lijar el cajoncito y limpiar el polvo, lo pinté de azul marino por fuera y de azul claro o turquesa por dentro. No estoy segura porque yo hice las mezclas con pinturas acrílicas hasta que salió el color que deseaba.
Lo barnicé con barniz incoloro al agua y puse unos clavos sin cabeza para sujetar los pequeños estantes.
Estos son los estantes vistos por debajo. Los hice con palos de helado anchos y los palitos cruzados que los unen son pequeños.
Aquí ya he puesto los estantes. Se me olvidó decir que quité el pomito que tenía el cajoncito (perdón por tanto diminutivo, pero es que es muy pequeño).
Aquí ya he añadido algunas conchas y una red de ganchillo, y unas piedritas; y unas rocallas (creo que se llaman así) transparentes de diferentes colores, como si fuera arena multicolor.
El nudo marinero de la derecha hecho en ganchillo lo quito luego.
Aquí ya he rellenado todo con caracoles y conchas de diversas especies. Si tuviera ganas, y no quisiera aburriros, buscaría cada tipo y os explicaría qué son y cómo se llaman, pero eso para otra ocasión :).
Aquí se ve un detalle de la parte superior.
Aquí un detalle de la parte inferior. He quitado el nudo marinero porque no me convencía y puse otra red color turquesa, como una red de marineros, y un palito en el lateral. Si os fijáis, ¡hay una perla!
Perdonad que se vea un poco borroso, aún no controlo mi cámara en los planos cortísimos...
Y más fotos de la cajita marinera...
Aquí se ve el color de la parte superior (el mismo de los laterales) y la bonita concha que encontré no sé donde que ahora corona el cuadrito marinero. Espero que os haya gustado.
Y para terminar, unas fotos de mi viaje a La Palma; estuve hospedada en Santa Cruz de La Palma (hacía dos años que no cogía vacaciones). Fotos tomadas frente a mi hotel:
Había mucho oleaje.
Y la prueba de que estuve allí (os juro que son mis pies ;) )
En una playa de arena negra llena de rocas. Apenas pude bañarme, pero disfruté del sol, unos 25º en pleno diciembre, y me remojé los pies (y algo más) con el oleaje, que daba un poco de miedo... A La Palma la llaman "la isla bonita", y no me extraña. Dejo para otra entrada de otro de mis blogs las fotos de los bosques y de las casas con fachadas de colores...
Una isla totalmente recomendable.
Muchas gracias por vuestras visitas y vuestros comentarios.