Erase una vez un anodino costurero
en madera de pino natural no tratada. El primer paso, como siempre, mano de imprimación o geso, que sirva para preparar la madera y que agarre mejor la pintura. Una vez seca, lijamos suavemente y notaréis que la superficie ya queda muy suave. Continuamos con la pintura acrílica, en el tono deseado,sserá recomendable darle al menos dos manos para que cubra bien. Pintamos tanto el interior como el exterior.
En esta ocasión el color elegido fue un morado, a gusto de la destinataria.
Ahora vamos con el paso más entretenido ( o el más odiado, depende ): la elección de la lámina y el diseño de los motivos. Nos decidimos por una lámina con motivos de maniquíes de ropa y complementos ( bolsos, zapatos, sombreros,..). Para recortar nada mejor que unas tijeras de bordado y un cuter para vaciar los huecos intermedios o zonas de acceso más complicado para las tijeras.
Una vez que los motivos están cortaditos los vamos remojando ( según vayamos utilizando ) en agua y posteriormente con un trocito de papel de cocina eliminamos el exceso de agua. Extendemos con un pincel cola blanca ( diluida con un poco de agua ) o pegamento especial para decoupage en la superficie donde vamos a pegar el dibujo y el la parte trasera del mismo, pegamos y con el pincel vamos alisando desde el centro hacia fuera para que no queden burbujas ni arrugas.No os preocupéis porque la cola blanca cuando seca queda transparente y no se nota, al contrario, protege y da brillo.
Pasito a pasito vamos confeccionando todo el diseño.
Cuando todo esté pegado y completamente seco procederemos a darle el barniz o la cera para darle el toque final. Nosotras optamos por baniz satinado transparente. Una o dos capas, respetando los tiempos de secado del fabricante y ......obra concluida. Fácil, ¿no?
Quedó muy coqueto. ¡¡¡¡ Hala, a animarse !!!!