Mi obsesión por los tarros ya viene de lejos pero se acentuó con la llegada de nuestra boda, todo el mundo tenía la tarea de guardar los tarros de cristal...qué locura!!!
Para los detalles graciosos...
Para las flores del altar...
Para los números de las mesas...
Incluso para meter detallitos dentro...
De nuevo esta locura vuelve a mi vida y me encuentro inmersa en un proyecto lleno de tarros de cristal, muy pronto os enseñaré de que se trata.
Hasta entonces os deseo una maravillosa semana y ¿por qué no? ¡Dejad que se os vaya el tarro un poco!...¡a veces es más divertido!