Lo que más me llama la atención, es que hace unos meses, ya publiqué un tutorial muy similar, y muy entrañable para mí. Se trata de “El collar más bonito que he podido hacer”. Lo hice con una caracola que encontró mi hijo mientras dábamos un paseo por la orilla del mar. Quise capturar aquél momento, y compartirlo con las personas que me aprecian.
Aprovechando que este verano he hecho muchos colgantes con caracolas, me he animado a hacer otro tutorial, como refresco del anterior. Sentada en la terraza, al amanecer, con el sonido de las olas como fondo. Estos nuevos colgantes con caracolas me han quedado más llamativos, pero ninguno es como el que hice con la caracola que encontró mi hijo.
Espero que puedas comparar. El de la izquierda es el que encontró mi hijo mientras caminábamos por la orilla del mar. El de la derecha, es uno nuevo, muy similar, y pintado con esmalte de uñas metalizado. de color plomizo.
Ya sabes cuál es mi favorito, ¿y el tuyo?
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