En casa tenemos bastante bien organizado (e interiorizado, ja ja) el "ciclo de la ropa": tras llegar del cole/trabajo la ropa va al cesto de la ropa sucia (separada en color, blanco y negro); de ahí pasa a la lavadora (en función del color) y de la lavadora a la secadora o al tendedero (en función de si la prenda en sí se puede meter en la secadora o no).
Pero, ¿qué pasaba una vez que la ropa ya estaba seca?. Hasta ahora la dejábamos en estas cestas,
bien estiradita esperando a ser doblada y/o planchada (tarea que hace mi maridín todos los sábados por la mañana). Pero odiaba ver las cestas llenas de ropa día tras día. Tenía que poner solución a esto.
Así que, muy a mi pesar (porque ya me lo dijo mi maridín al comprar esta casa pero yo no quise) hemos puesto un armario en el hall. El sistema empleado no podía ser otro más que el PAX de Ikea. Todos los armarios de mi casa (y el vestidor de la otra casa) los hice con este sistema porque es muy versátil y se ajusta a cualquier espacio y necesidad. Las estructuras de fondo 35 cm son simplemente perfectas: apenas ocupan espacio y tienen una gran capacidad de almacenaje.
En nuestro caso hemos puesto una estructura de 100 cm y otra de 50 cm. Por dentro los hemos "vestido" muy simples: estanterías (para dejar la ropa blanca: toallas, fundas nórdicas y sábanas), cestas (donde dejar la ropa que espera a ser planchada/doblada) y una barra extraíble con la misma función que la cesta.
(aquí mientras los estábamos montando, antes de poner las puertas)
La idea de usar cestas en vez de cajones vino dada por la necesidad de poder extraer la cesta tanto para llevarla al lugar de la plancha como para llevarla hasta los dormitorios, una vez que la ropa está lista para ser guardada en sus armarios. En la barra extraíble colgamos la camisas, babys, vestidos y demás ropa que espera a ser planchada y así no se arruga tanto.
Lo cierto es que estamos encantados con el resultado, pues ya no veo montañas de ropa esperando su turno.
Y tú, ¿cómo te organizas?
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