Para empezar quitamos con cuidado el papel que lleva pegado la huevera.
Utilizamos el papel que hemos retirado como patrón para recortar la forma en tela.
Aplicamos cola blanca de carpintero sobre la superficie de la huevera, donde vamos a colocar la tela y la pegamos.
Aplicamos una capa de cola blanca de carpintero sobre toda la parte superior de la huevera. Esto evitará que la tela se deshilache y dará más resistencia al cartón. Cuando la cola se seca queda de color transparente y no se nota.
Cortamos un trozo de gomaespuma del tamaño del interior del envase. Yo he utilizado un estropajo salvauñas que he cortado muy facilmente con un cúter.
Con un trozo de tela envolvemos la gomaespuma. Colocamos provisionalmente unos alfileres mientras vamos doblando todas las esquinas y cuando tenemos las cuatro sujetamos con unas puntadas la tela y retiramos los alfileres.
Pegamos la gomaespuma forrada en el interior de la huevera con la pistola de silicona caliente. A continuación rebajamos los dos promontorios del interior.
Hacemos cuatro cortes, uno en cada uno de los cuatro vértices de los promontorios y vamos doblando cada lado hacia el interior. Así los picos se quedan más chatos y podemos cerrar la huevera.
En el interior colocamos alfileres, imperdibles, automáticos, hilos, dedal, agujas, tijeras pequeñas…en fin, esas cosas que nos pueden solucionar la vida cuando se nos descose un dobladillo o se nos cae un botón.
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