En el tutorial de hoy os explico como hacer un cuadro vivo con plantas crasas. Lo mejor de las plantas crasas es su resistencia. Son plantas “todo terreno” capaces de sobrevivir con riegos escasos, lo que las hace ideales para los que somos un poco descuidados.
Colocar las plantas crasas en un cuadro formando un pequeño jardín vertical, además de ser muy decorativo, permite poner un toque verde en pequeños espacios en los que las macetas clásicas podrían resultar un estorbo.
He preparado dos cuadros de diferentes tamaños, aprovechando algunas cajas de madera que tenía por casa a la espera de destino.
Aunque pensaba utilizar las tres cajas, al final he desechado la más grande, porque me ha parecido que al llenarla de tierra iba a quedar demasiado pesada.
El primer paso ha sido pintar las cajas por el exterior. He utilizado pintura de tiza en dos colores y un barniz transparente para proteger la pintura.
Primero he aplicado una mano de color gris cubriendo toda la superficie de las cajas y una vez que esta capa se ha secado, he dado el color rosa con la brocha prácticamente seca y sin apretar sobre la superficie. Por último he aplicado el barniz protector.
El interior de la caja lo he protegido con un plástico que he sujetado aplicando algunos puntos de silicona caliente.
Por la parte posterior de la caja he fijado el enganche para colgar el cuadro vivo cuando esté terminado. Creo que puede ser una buena idea colocar cuatro enganches, uno en cada lado de la caja. De esta manera podremos ir volteando el cuadro si las plantas crecen girándose hacia un lado en busca de la luz del sol. Así el cuadro irá creciendo de forma equilibrada.
He llenado la caja con un sustrato ligero y he cubierto la tierra con una fina capa de fibra de coco.
Para sujetar la el contenido de la caja y que no se caiga al colocar la caja en vertical, he clavado en los bordes una malla de plástico.
El siguiente paso es construir el marco que adorna la caja. Yo he comprado la moldura, la he cortado con una ingletadora y he pintado el marco con los mismos colores que la caja.
Con un poco de cola blanca de carpintero he fijado el marco sobre la caja. A continuación he seleccionado las plantas para mi pequeño jardín vertical.
Para plantas las crasas en el cuadro vivo, las sacamos de su maceta, retiramos toda la tierra posible de las raíces de la planta con cuidado de no dañarlas y las colocamos en la tierra a través del agujero que hemos hecho en la malla de plástico.
Poco a poco completamos todo el espacio con diferentes plantas. Para cubrir los espacios que quedan entre las crasas y que no se vea la malla de plástico, he colocado fibra de coco.
Me encanta como han quedado los cuadros. Habrá que ver como se adaptan las plantas a este habitat y si van creciendo con naturalidad.
Aunque en principio pensé en colgar los cuadros en la pared, una vez terminados también me gusta como quedan sobre un mueble o una estantería y es que da igual donde lo ponga ¡son preciosos!!
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¡Hasta la próxima!
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