La mía es pequeñita porque lo que necesitaba era guardar los esmaltes de uñas que no abultan mucho, pero sólo hay que variar el tamaño de los retales y el largo de la cremallera para hacer las bolsas de aseo más grandes, o más pequeñas, según nos haga falta.
Así es como esta hecha:
Comenzamos por cortar dos retales rectangulares. El ancho tiene que ser el de la cremallera que vayamos a colocar más 3 centímetros de margen para las costuras. Yo he colocado una cremallera de 20 cm por lo que he cortado los retales de 23 cm. El largo que le he dado ha sido de 28 cm. He hilvanado un dobladillo en los dos extremos de 1 cm de ancho.
He hilvanado la cremallera entre los dos retales de tela, dejando los dobladillos de los retales hacia el interior.
Cosemos los dos lados de la cremallera.
Cosemos una pequeña tira de 12 x 3,5 cm y le damos la vuelta para que la costura quede por dentro.
Colocamos la tira doblada en el interior del neceser
y cosemos los dos laterales con un pespunte. Rematamos con un zig-zag para que no se nos deshilache la tela.
Marcamos las esquinas con unos alfileres.
Para asegurarnos de que todas las esquinas nos han quedado del mismo tamaño medimos la distancia entre la punta y el alfiler que marca por donde vamos a coser.
Pasamos un pespunte.
Cortamos la tela que sobra y rematamos con un zig-zag. Una vez terminadas las cuatro esquinas damos la vuelta a la bolsa que ya estaría terminada.
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¡Hasta la próxima!