El material necesario es muy sencillo:
- hilo del color que queramos
- arandelas (en mi caso, cuatro arandelas de ducha y una de las arandelas metálicas que se usan como anillas para archivar folios)
- hilo trenzado a juego o cualquier cordón que combine (en mi caso de color azul, comprado en los chinos)
- una cadena dorada o plateada (la mía es de los chinos, como no, comprada en rollo)
- un ganchillo (el mío es de 1.5 mm y como podéis ver esta tuneado según este tutorial para que sea más cómodo)
Lo primero es forrar las arandelas a crochet. La idea me surgió al ver el collar de mi amiga Lidia, de Creciones Batiburrillo. La técnica es muy sencilla, pero es pongo unas fotos para que veáis como se empieza:
- Primero se comienza haciendo un punto como para empezar una hilera de cadenetas:
- A partir de ahí, se van haciendo puntos bajos alrededor de la cadeneta (hay que seguir la misma técnica que para hacer crochet circular). Pasamos el ganchillo por el centro de la arandela, pasamos el hilo y lo sacamos por delante de la arandela, volvemos a pasar el hilo y terminamos el punto.
Puede parecer lioso, pero una vez puestas es muy sencillo si sabéis hacer el anillo mágico o tejer el crochet en redondo.
Como podéis ver, las arandelas forradas a crochet quedan muy vistosas. Han de quedar completamente tupidas y cerradas al final con un punto enano.
Una vez cubiertas las arandelas que queráis las coséis entre ellas según os guste más (a mí me parecía más bonito formando una especie de triángulo, pero depende del número de arandelas y el largo que queráis). Yo las he reforzado por detrás con la pistola de silicona para dar más consistencia a la forma, pero eso ya va a gustos.
El collar está completado con la cadena a la que he ido entrelazando el hilo trenzado del mismo color que los aros azules.
Y como podéis ver el resultado es muy bonito (y yo he enloquecido con el PicMonkey, soy consciente).